La mañana del miércoles 27 de septiembre, Rafael Velis observó que el depósito de su pensión del Bienestar había "caído", sin embargo, al día siguiente no pudo cobrar su dinero por problemas con el cajero automático del banco al que siempre acude en Durango.
Su pensión, correspondiente al programa 65 y más, de la Secretaría del Bienestar, con regularidad la cobra en un cajero ubicados en el primer cuadro de la ciudad de Durango, sin embargo en esta ocasión notó una anomalía pues no le permitió retirar el efectivo de la máquina, por lo que este concluyó que simplemente se trataba de una falla en el servicio.
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Rafael decidió buscar un café internet para obtener su estado de cuenta y verificar que los 4 mil 800 pesos depositados continuarán en la cuenta, pero se llevó la sorpresa al descubrir que ya no contaba con el dinero.
Tras una serie de reclamos en la institución bancaria, Rafel acudió a las instalaciones de la Secretaría de Bienestar Social para denunciar su pérdida de manera inmediata y poder recuperar el dinero. No obstante, el personal que llegó a atenderle le mencionó que tiene que pasar un lapso de más de 72 horas para verificar si fue un error del sistema y posteriormente se refleje el saldo en cuestión.
“Mi primer reclamo fue hacia el banco donde yo habitualmente cobro mi pensión e, incluso, los trabajadores de la empresa me dijeron que ellos solamente se encargan de prestar el servicio de cobro, no tienen nada que ver con los depósitos y por eso me vine a las oficinas de Bienestar para hacer el reporte que ellos me sugirieron, pero, resulta que yo llego con los trabajadores de la Secretaría y ellos me dicen que tengo que esperarme 72 horas hábiles, pero, no hicieron absolutamente nada más y, ¿que pasa si dentro de ese lapso yo ya no recupero mi dinero, ni puedo hacer nada más?”, manifestó el entrevistado.
Resignado por el dinero perdido, hace un atento llamado a las autoridades correspondientes para evitar que esta situación continué, ya que dice no ser la primera víctima a la que le ocurre. Ahora, se le dificulta adquirir el medicamento que requiere y suele comprar con su pensión.
aarp