Luis Daniel Cázares se dedica a la venta de artesanías en el Mercado Gómez Palacio en la ciudad de Durango. Las más populares son las de alacranes, porque causa misterio cómo las fabrican y el cuidado que debe de tenerse al maniobrar con ellos.
Pero no es una tarea sencilla porque en ocasiones los artesanos son los que deben de realizar los trabajos de maniobra, y se encuentran en riesgo de ser picados por los arácnidos, que al menos en el caso de los locales, son de los más ponzoñosos del mundo.
Los tamaños son importantes, porque desde hace no mucho tiempo, los alacranes son sumergidos en botellas de mezcal. Son los más grandes, incluso, se les denomina gigantes. Y son traídos hasta la capital por alacraneros en el municipio serrano de San Dimas.
Los hay también pequeños, que no por su tamaño, se puede subestimar porque es de los más venenosos de México.
“Son diferentes tipos y especies de alacranes, ya nosotros, años con año que vamos trabajando la artesanía de alacrán, tenemos diferentes tipos dentro del mercado. Así lo pueden observar en la artesanía. Tenemos diferentes proveedores, que son alacraneros. Algunos son de la capital y se dedican a recolectar al arácnido en la zona rural: el Pueblito, la Ferrería, y aquí mismo en las colonias cercanas. Tenemos gente que viene un poquito más de fuera, de diferentes municipios de Durango, como San Dimas, que lo que colinda con Sinaloa. Y es donde nos puede traer el alacrán gigante, que es el que trabajamos en el mezcal”.
Una de las formas en la que se puede maniobrar, porque en algunos casos lo hacen aún con vida, es tomarlo con la lanceta y colocarlos en alcohol con vinagre de manzana por unas semanas, y hasta que se puede acomodar en cada uno de espacios en las artesanías.
“Los alacraneros no traen el insecto muerto, para nosotros trabajarlo en la artesanía. Nosotros los conservamos en alcohol, y después lo comenzamos a disecar, y ahora sí que con en el trabajo en la artesanía para colocarlo en los llaveros, ceniceros. Se tiene que inyectar, secar el alacrán y limpiar de adentro para afuera para que no se eche a perder con el paso del tiempo”.
En ocasiones cuentan con pequeños alacranarios para criar a los insectos, y contar con ellos para las temporadas más fuertes de venta.
“Dentro del mercado pueden encontrar en diferentes locales, como en el de nosotros, el alacranario, los tenemos separados, lo que son los chicos, que es el alacrán de ciudad capital y el gigante, que es el que nos traen de fuera”.
Indicó el entrevistado que en la ciudad de Durango se encuentra el alacrán más ponzoñoso del mundo, y es que a pesar de su pequeño tamaño, las toxinas dentro de su lanceta pueden causar la muerte de alguna persona. En los recipientes donde los guardan también los alimentan, y es otra de las actividades que son riesgosas.
“Los mantenemos en los alacranarios, en nuestras peceras. Y les damos de comer arañas, grillos, moscas y cucaracha de Madagascar”.
Pero no todo es sencillo para los artesanos, el riesgo lo corren cuan do maneja a los arácnidos, por que también los mantienen en cautiverio para los momentos que escasean en la ciudad. Y es por eso, deben hacerlo con todas las medidas de seguridad, una de ellas, es mantenerlos encerrados en recipientes plásticos, y evitar en la medida de lo posible los de cristal, porque se pueden caer y romperse.
“Se colocan en botes de plástico para evitar que se nos caiga en un frasco de vidrio, entonces lo tenemos en botes de plástico, para echarles el alcohol, y un poco de vinagre para que se puede conservar. Se deja así por una semana, para poderlo trabajar, y al estar en esta combinación de vinagre de manzana, para poder conservarlo y nos permite maniobrar con él, que no esté tieso. Al gigante, si lo podemos maniobrar con todo y lanceta, pero es el mismo proceso, para poderlo trabajar en la artesanía. En el mezcal, el alcohol, permite que el alacrán despida la toxina y pues bueno, el proceso de limpieza”.
CALE