Más de 300 habitantes de la comunidad Estación Noé de Gómez Palacio, bloquearon la circulación de la carretera federal Jiménez - Gómez Palacio, debido a que desde hace cinco días que no cuentan con el suministro eléctrico en sus casas y negocios.
Eran minutos antes de las 15:00 horas y ya se congregaban los vecinos de la comunidad ubicada sobre el kilómetro 18, muchos de ellos con piedras, maderas y otros artículos para empezar a cerrar la circulación.
Las filas de vehículos, en su mayoría de carga pesada, crecía al paso de los minutos del bloqueo que formó por casi una hora y media a más de 3 kilómetros por sentido desde el punto de la manifestación.
A gritos de “¡queremos solución!”, exigían la presencia de personal de Comisión Federal de Electricidad, señaló la representante de los habitantes de Estación Noé, Rocío Gallegos.
“Desde más de un mes que la luz llega por una o dos horas y luego nos quedamos sin energía eléctrica hasta el siguiente día, pero ya hace casi una semana que no tenemos luz en nuestras casa ni en los negocios. Además hemos dejado oficios, levantamos firmas, ponemos quejas y nada más no nos solucionan, queremos que sea de raíz”, comentó.
Asimismo dijo que su rancho no es el único afectado ya que los poblados cercanos a la zona padecen de la misma situación de un servicio de energía eléctrica de manera intermitente a nula, tal como lo se presenta en Numancia, Dolores, El Siete, La Aurora y el 4 de Diciembre.
‘Infernal’, es como describen algunos manifestantes la vida sin energía eléctrica, “por las altas temperaturas, noches calurosas, personas mayores en cama con complicaciones en la piel, la insulina de algunos enfermos ya no sirve, los alimentos de los refrigeradores se echaron a perder”, dijo el señor Catarino.
Asimismo aseguran que por la inestabilidad de la energía en el sector, aparatos electrónicos se han visto afectados por alto voltaje.
Cerca de las 16:20 horas arribaron al lugar elementos de la Policía Federal para dar fe de los hechos, así como un representante de la CFE y un camión de servicio, quienes se comprometieron a checar a fondo la problemática a cambio de aperturar de nueva cuenta el camino.
Después de minutos de pláticas, los quejosos accedieron al trato y abrieron paso a los vehículos, sin embargo, los habitantes amenazaron con instalarse de nuevo si no ponían solución al problema que los congregó como comunidad.