Con el objetivo de seguir transformando vidas y familias en Lerdo, Durango, se encuentra la ‘Casa de Rescate Cristo Vive’, misma que este año festeja su 15 Aniversario, el cual celebrarán este domingo 29 de enero con un evento completamente gratuito en la ‘Velaría de la Expo de Gómez Palacio’, a la que invitan a todo el que quiera conocer este ministerio.
Christian Iván Borgon Gómez, es el pastor y director del lugar. Una figura que los ex adictos ven como inspiración, pues el poder de Dios también lo sacó de las drogas.
Actualmente se ubica en el centro de esta Ciudad Lerdo, en la calle Gómez Palacio, número 303, donde atienden a poco más de 170 personas entre hombres y mujeres.
- Te recomendamos Abaten en Durango a reo que se fugó de penal de Ciudad Juárez; hay dos detenidos Policía
“Aquí en este lugar ya son 15 años ayudando a las personas, atendemos a gente de toda la región, en un servicio voluntario gratuito, la característica es que aquí sólo se pueden ingresar las personas que realmente desean cambiar, no las tenemos a fuerza, cuando alguien se quieres ir, nosotros le llamamos al familiar pues si es menor de edad, tienen que venir por él”.
El pastor manifestó que cuando la gente quiere realmente cambiar se dispone a lograrlo, “nosotros le podemos ayudar, hacemos trabajo con más precisión en su vida porque la gente quiere ese cambio”.
Explicó que en el primer mes las personas no reciben visitas y ni llamadas telefónicas, están enfocadas aprendiendo el mensaje que ahí les enseñan de la biblia, películas con un mensaje que les cambia su manera de pensar, oraciones, estudios bíblicos que tienen todos los días.
Asegura que la gente en el primer mes está enfocada en eso y tienen 3 personas que están a cargo de los de nuevo ingreso, quienes se dedican solo a cuidarlos, a animarlos porque cuando llegan tienen la lucha de la abstinencia, de querer volver a fumar o tomar, lo que evaden con algunas como limpiar cosas, se les mantiene ocupados.
Dijo que la práctica de alguna religión no es una barrera, el ser católico o no, no impide su transformación, pues al final de cuenta es voluntario, “lo importante es ayudar a la gente para que sea libre de drogas con el poder del amor de Dios”.
El programa dura tres meses
El programa es de 3 meses, en el primero no reciben vista ni llamadas, los dos siguientes meses ya realizan otras actividades, ya no están en el grupo de nuevo ingreso y se les sigue ciudadano.
“Cuando cumplen su programa si quieren irse pues se van, pero sí se quedan, se involucran con nosotras, en cosas más directas de la casa y con mayor responsabilidad, se hacen colaboradores de la casa con la actividad de la venta de pays, la cual tienen dos propósitos, el llevar un mensaje, se le regala un folleto donde se le explica el programa y la persona cuando se decide, se viene a internar, el segundo, es que con la ganancia, podemos solventar parte de los gastos de los servicios de agua, luz, etcétera, pero hay gente que brinda donativos y tiendas que nos donan comida, lo cual es una gran ayuda”.
Actualmente se internan entre 160 a 170 personas entre hombres y mujeres, “son alrededor de 40 damas con sus hijos, aproximadamente entre 10 a 12 niños están con sus madres”.
Dejó en claro que este lugar no es un anexo, no es un internado, es un ministerio donde los milagros se hacen presentes en cada una de las personas que aquí han llegado.
“El poder de Dios obra en estos muchachos, se nota en ellos en base a una gran transformación, al grado de que no parece que no fueron adictos, yo son un ejemplo de eso, pues fui adicto durante 4 años, me daban convulsiones, a los 15 años ya era papá con un fracaso matrimonial”.
Su vida estaba destruida y como es oriundo de Saltillo donde Carlos A. Pacheco fundó la primera Casa de Rescate en 1999, él acudió y fue rescatado de las adicciones y ahora es una persona nueva. Él, su esposa y sus hijos, están a cargo de este lugar. Son una familia que sirve a Dios, transformando vidas.
“Yo no encontraba una respuesta a mi vida”
Verónica Loera Chávez, de 45 años, es originaria de Gómez Palacio. Llegó el 26 de junio del 2013 y platicó su historia.
“Yo vivía una vida de tristeza, soledad y amargura por la vida que llevaba con su pareja con la que tuvo tres hijas, pero él me maltrataba físicamente y moralmente, ellas se casaron y ya hicieron su vida. Sin embargo, empezó a tomar alcohol, yo no encontraba una respuesta a mi vida y con pastillas, muchas veces traté de suicidarme”.
Ella ya era congregante, pero no se había internado, “la esposa del pastor me decía que me internara, pero yo no quería, pero luego me decidí, dije me voy por un mes, pero aquí sigo después de todos estos años, porque nunca pensé que me enamoraría de lo que aquí se hace, donde a través del amor de Dios, se logra rescatar a personas que como yo venían sin esperanzas”.
Cuando ya se internó, vio el poder de Dios, que transformó su vida, “yo soy la que cuida a las mujeres que llegan aquí, vemos las necesidades de cada una de ellas y el servir a Dios, de esta forma a cambiado mi vida a ver cómo ellas cambian cuando sanan su corazón”.
Las drogas fueron un “refugio”
Luis Ángel Torres Ponce, del ejido Sapioriz, Durango. Hace 4 años llegó a Casa de Rescate Cristo Vive, totalmente destruido por las drogas, las que fueron su refugio luego de la muerte de su padre.
“A la edad de 18 años de edad ya deseaba mi muerte, al tener un encuentro con el amor y poder de Dios, no sólo me sacó de las drogas, me regresaron mis principios, mis valores, el respeto a la gente, mi forma de hablar y pensar”.
Fue su hermano quien estaba congregado en este lugar, al salir de ahí, él lo invitó, “yo me estaba drogando pero pensé, este es un payaso, era drogadicto pero cuando él me dijo que había una esperanza de vida en este lugar algo en mí me hizo venir y aquí estoy, dando testimonio de que se puede salir de esa vida al grado de que soy otra persona y estoy aquí, ahora apoyando a esta causa”.
aarp