Previo al inicio del próximo ciclo escolar, uno de los temas que más controversia ha causa al respecto es el de los libros de texto gratuitos, pues se han detectado distintos errores, por lo que en MILENIO nos dimos a la tarea de consultar con los profesores de La Laguna para saber cuál es su postura al respecto.
Desacuerdo con manejo de educación a nivel federal
Con 44 años de servicio, la maestra Martha Cano señala que si bien, no conoce físicamente los libros de texto gratuito, ha seguido el tema del contenido de los mismos y aseguró que no es posible que tengan errores tan elementales como la fecha del natalicio de Benito Juárez.
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Sobre la controversia que existe sobre los libros de texto gratuito y sus contenidos, comentó que no está de acuerdo en cómo están manejando actualmente las autoridades federales la educación
"Yo no comulgo con contenidos con errores ortográficos como 'vistes', 'quisistes', ni estoy conforme con el nuevo desglose de materias, de temas. Siempre a los alumnos les afectó mucho la pandemia, sobre todo quienes no contaban con recursos económicos para tener acceso a medios electrónicos para estar en contacto con los centros educativos”, afirmó.
Agregó que lo que se tuvo que haber hecho es primero conocer las habilidades de los alumnos, para ubicarlos conforme a las mismas sobre un nivel educativo específico y en base a lo que se detecte entonces sí realizar las adecuaciones, pero solo para solventar las carencias educativas.
“Estos programas están pésimos, dicen que las matemáticas se pretenden disminuir y estas se requieren para todo, están echando para atrás lo poquito que hemos adelantado, a mí me han tocado hasta cinco cambios de libros o programas y cada vez se enseña menos”, afirmó.
Finalmente dijo que hoy en día los docentes son sometidos a realizar reportes interminables, trámites administrativos que los distraen de su verdadero objetivo.
"Cumplen con estándares mundiales"
El doctor en Pedagogía, Claudio Alberto Escobedo Hernández, director de la Primaria Vespertina Juan de la Cruz Borrego en el ejido Congregación Hidalgo, así como maestro de los grados quinto y sexto en la Escuela Año de las Américas de Torreón, consideró que los libros de texto gratuito cumplen con estándares mundiales al acercar a los niños a la enseñanza a través de proyectos educativos transversales, que cruzan todas las áreas del conocimiento, incluyendo las matemáticas.
Por su parte, el director de la Escuela Primaria Pablo L. Sidar de Saltillo, Federico Rangel, afirmó que aún no les dan indicaciones sobre este tema, ni por su parte ha terminado de leer los contenidos, pese a que el lunes ya inician las clases.
Con 26 años de servicio frente al grupo, Escobedo resaltó que en el país se tienen varios problemas en materia educativa, que en primera es el rezago, ya que alrededor de 28 millones de personas de entre 15 y 50 años no saben leer ni escribir o tienen problemas para hacerlo.
El segundo es la deserción escolar, pues de cada cien, 76 estudiantes abandonan la escuela; a lo que se suma el bajo nivel educativo.
“Lo que generó problema de este proyecto es que da paso al trabajo interdisciplinario, por proyectos, comunitario”, recalcó.
Aunque afirmó que esto ya está siendo llevando a cabo por otros países, como China, Singapur, Estonia, Australia e Inglaterra, que son los que tienen mejores resultados en la prueba PISA, que mide la calidad educativa.
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¿Qué se eliminó y qué estimulan?
Explicó que se elimina la memorización, mecanización, transcripción de textos y cuestionarios, así como series numéricas de repetición.
“Este tipo de educación ya no funciona en el mundo, ahora es necesario que los alumnos interactúen, opinen, propongan, experimenten, comparen, confronten ideas”, reconoció.
Dijo que los libros estimulan la capacidad de perspectiva para que los alumnos indaguen más allá del presente, así como la habilidad de inferencia para hacer más profundos los análisis de la realidad y llegar a conclusiones.
También notificó que fomentan el pensamiento crítico para que construyan nuevos escenarios y realidades; así como el diálogo colectivo para que no solamente escuchen las sugerencias y las indicaciones del maestro.
“Hay que enseñarles a cuestionar las verdades absolutas y por último estimulan la creatividad para cultivar el espíritu innovador y científico en los niños; en síntesis pretenden enseñarlos a pensar”, narró.
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