Se colapsa economía de Bermejillo tras paro de la Mina La Platosa

Reportaje

A 40 días del paro técnico, 9300 habitantes entre comerciantes, almacenes, minisuper, mueblerías y hasta taxistas, se encuentran en la espera de una respuesta para la reactivación económica.

Mineros de La Platosa en Bermejillo. (Rolando Riestra)
Luis Alatorre
Bermejillo, Durango /

A 40 días del paro de la mina La Platosa de la canadiense Excellon, primero con el argumento de la emergencia sanitaria y ahora por la caída de los precios de los metales, la comunidad de Bermejillo de 9,300 habitantes se desespera cuando su economía se ha colapsado.

Ahora los ingresos de la gente cayeron y la capacidad de compra se ha esfumado junto con sus ahorros, paralizando comercios, almacenes, minisuper, mueblerías y hasta servicios de gas, agua y hasta la demanda de taxis.

En la Mina La Platosa, ubicada a unos kilómetros de la zona metropolitana de La Laguna, son cerca de 300 empleados de confianza y sindicalizados los que de la noche a la mañana están en zozobra debido al aviso sorpresivo, como arbitrario, de la empresa de que en mayo entrarían durante 5 meses a un paro técnico sin goce de sueldo, luego de mandarlos el mes de abril a su casa con el argumento de la contingencia sanitaria por coronavirus, con el único pago de su sueldo base de 1,800 pesos por semana.

Cambió la economía de Bermejillo hace 14 años

Desde hace 14 años que entró en operación la mina, la calidad de vida de sus pobladores cambio, pues en cada familia existen de dos o más miembros que trabajan en ella, pues cuando no es el padre e hijo, es el cuñado o el primo los que están laborando en esta empresa dedicada a la extracción de plata ley, plomo y zinc con una producción de 300 toneladas por día.

De acuerdo a los números proporcionados por el Sindicato Nacional Minero y Metalúrgico ‘El Frente’ cuyo dirigente nacional es el diputado Carlos Pavón, los ingresos de las familias mejoraron y no hubo necesidad de migrar a Estados Unidos, como tampoco a las ciudades cercanas de Gómez Palacio o Torreón en busca de empleo.

Carreras técnicas para la minería

Incluso los más jóvenes tuvieron la oportunidad de estudiar carreras técnicas vinculantes a esta actividad, obteniendo por ello sueldos que podían llegar hasta los 6 mil pesos por semana, lo que representaba una derrama económica de casi 5 millones al mes de los 210 agremiados, sin contar con los servicios e insumos que demanda la mina de los diferentes proveedores locales.

Sin embargo, el pueblo colapsó desde abril cuando se les mandó a su casa para “protegerlos” del covid-19 y se les limitó a un sueldo base de 1,800 pesos por semana sin goce de bonos de productividad que iban desde 400 hasta los 4 mil pesos semanales, aun cuando en las PTU o Reparto de Utilidades la empresa les argumentaba pérdidas y sólo les compartía mil pesos cada año.

Los mineros, que mantienen guardias en la entrada, aseguran que el resguardo es permanente, pues les ha llegado el rumor de que desde la semana pasado habían llegado tractocamiones para cargar maquinaria en un intento de Excellon para desmantelar la empresa y en caso de confirmar una posible quiebra irse sin pagar las liquidaciones de ley a los trabajadores. De hecho, en ese momento estaban impidiendo el acceso a una unidad.

Insisten en mantenerse en la negociación con el sindicato para continuar con las operaciones lo mismo aquí como otra mina ubicada en el municipio de Miguel Auza, en el vecino estado de Zacatecas, pues esta decisión de irse a paro técnico coincide con el anuncio hecho en la página oficial de Excellon Resourcing Inc. de que había comprado la compañía Otis Gold de Toronto, Canadá, por lo que suponen que no les interesa permanecer en México.

Pero se reponen y pasan al optimismo al decir que lo que más desean es seguir, que la empresa se mantenga, pues no quieren perder estos empleos bien pagados que han cambiado la vida de sus familias, sin embargo, exigen que la empresa les hable claro, que haga propuestas tangibles y si no es posible seguir, que les liquide conforme a la ley, pero que no les engañen, ni los tenga en la zozobra.

Piden que al menos se les entregue una parte del ahorro que tienen para sobrevivir de aquí al cierre de mayo, ya que en ello hay el esquema de peso sobre peso, pues por cada peso que ahorran los trabajadores, al final en diciembre les entregan otro tanto.

“Estamos aquí pacíficamente hasta que se llegue a un acuerdo bueno. Ojalá sea pronto, que sí no, y que vaya para largo, vamos y tenemos que llegar a la violencia, pues tendremos que hacerlo...Tenemos que comer, tenemos familia que mantener y aparte en la tienda no nos fían y luego con que vamos a pagar".

La mina es todo para las familias

Beatríz Gutiérrez Romero, ama de casa, madre y esposa de Daniel, quien es minero de La Platosa y vive en la calle Vicente Guerrero en Bermejillo, sostiene que el paro les ha afectado económicamente y ha sido una etapa muy estresante.

“Nos estresamos en pensar que hay que salir a buscar trabajo y no hay en ningún lado y por tanto un cierre prolongado de la mina nos afecta demasiado y es peor cuando no sabemos qué va a pasar, ni tampoco tener ningún apoyo de la empresa para pagar salarios y eso nos hace llorar, es la verdad”, dijo con lágrimas en los ojos.

Comentó que la mina es todo, que ellos son 100% mineros, pues son 300 familias que dependen de La Platosa entre empleados operarios como de oficina, donde están todos vinculados hermanos, cuñados, tíos, primos.

“No queremos que la mina nos deje realmente, pues de ahí dependemos muchas familias, vecinos, conocidos y parientes. Lo que la mina da a la población es demasiado la verdad”, dijo.

Taxistas también resultan afectados

Juan Pedro Delgado Carrillo, del Sindicato Único de Concesionarios de Taxistas de Bermejillo no dudó en señalar que un posible cierre de la mina afectaría directamente a la población, porque son 300 trabajadores y son igual número de familias las que van a dejar de tener su ingreso.

“Deja de circular el dinero y nosotros como prestadores del servicio de transporte público también dependemos de ese dinero que ellos obtienen con su sueldo; es decir, la moneda circula aquí en el pueblo y al no estar trabajando, se detiene por completo e influye negativamente”, comentó.

El dirigente de 45 choferes sostuvo que desde la llegada de la mina hace 14 años la vida de Bermejillo cambio, por lo que lo más recomendable sería es que sindicato y empresa lleguen a un acuerdo por la salud de todo el pueblo.

También sufren escasez de agua

Frente a la crisis que viven en esta comunidad, la de mayor población del municipio de Mapimí, los comerciantes piden la intervención inmediata del gobernador José Rosas Aispuro Torres para que no se vaya la mina y se llegue a un buen acuerdo con el sindicato, lo mismo que a la alcaldesa Marisol Peña Rodríguez que busque una solución al problema de la falta de agua, el cual vienen arrastrando de décadas sin que se busque una solución a fondo.

José Luis Martínez Becerra, “El Charro” como es conocido a este comerciante de melón y sandía, sostiene que hay un proyecto de construir un periférico en el Pueblo Mágico de Mapimí para desviar la carga pesada a la carretera La Zarca, sin embargo, lo ven innecesario frente a la necesidad de contar con agua para beber y para las actividades diarias, lo que se resiente más en las comunidades rurales cercanas como Palomas, Martha Montes de Oca y La Victoria, así como en San José y Bellavista.

Reiteró que lo mismo sucede con la otra comunidad de Ceballos y por tanto se hace necesario que se busquen opciones conjuntas entre el municipio y gobierno del estado.

Empleos agrícolas en riesgo

Alfredo Soto camina con su pala al lado del surco para evitar que el agua que fluye hacia la parcela de alfalfa no se desborde. Es agua que sale y se extrae de la mina, tiene metales, no es apta para consumo humano, pero se aprovecha para el riego agrícola en la siembra de estos forrajes que tienen un mercado cautivo en lo que se conoce como la cuenca lechera más grande de México.

Tiene siete años laborando en una pequeña propiedad ‘Tierra Blanca’ de Juvencio Gutiérrez como regador, recibe un salario y prestaciones de ley, pero se muestra preocupado porque dice que de cerrar la mina La Platosa en Bermejillo, ya no habrá agua que se aproveche y entonces vendrá lo peor para él: se le acabará el trabajo y su familia padecerá.

Dijo que actualmente la mina está en paro y los únicos que se mantienen trabajando son los bomberos que son de confianza, pues su misión es estar las 24 horas.

No sólo me preocupa a mí, sino a mucha gente más que trabaja aquí en las siembras, hay regadores, tractoristas, cortadores y toda esa gente se quedará sin trabajo una vez que la mina corte el suministro del agua, la cual al parecer se la vende a sus patrones.

Explicó que existe un sistema de bombeo, donde el agua que se extrae de la mina se conduce por unos tubos desde la mina, pasa por debajo de la carretera y se deposita en un estanque y de ahí se bombea para regar las parcelas.

“Ya platique con mi familia y les dije que puede cerrar la mina y van a recortar gente y quizá ya no habrá agua y que puedo perder mi trabajo. Antes trabajaba en otro rancho, más lejos y acá estoy más cerca y ganó mejor, pero se puede acabar”, dijo encogiendo los hombros.

Afecta al comercio: Efecto colateral

Gonzalo Alvarado Machado, del Super Mart ‘Los Hermanitos’ ubicada sobre la calle principal y con una servicio desde 1996, sostiene que el impacto con el paro técnico de la mina La Platosa ha sido fatal, pues ello representa que más de doscientas familias que al quedarse sin ingresos han dejado de comprar o de adquirir servicios en Bermejillo, lo que generará un boquete muy grande en la economía del pueblo.

Lo grave de esto, dijo el empresario, es que esto ha traído ya un efecto en cadena, pues empresas o comercios que dependían en mucho de que los trabajadores de la mina, han recurrido al desocupar gente al no tener los ingresos de antes y esto es un efecto colateral que agravará aún más la economía de la localidad.

“La lleva la mueblería, nosotros, las papelerías, las mercerías, las zapaterías, los restaurantes y en sí todos los que de alguna manera u otra tenemos negocios en la comunidad, porque era una fuente de recursos muy buena, con sueldos bien pagados y de repente no hay nada”, dijo.

AARP

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