En Durango, Fabiola y Bernardo son una 'familia de acogida' con todo el amor y dolor que implica. Ellos acogen por un tiempo a pequeñitos provenientes de un ambiente hostil donde Desarrollo Integral de la Familia (DIF) los resguarda. Para ellos es una misión de vida mientras se convierten en padres. En su caso, ya son tres las niñas le han dado techo.
Uno de los momentos más importantes para ellos, es cuando arriban a su hogar, porque en el caso de una de las pequeñitas, de origen indígena, al entrar a su vivienda, vaciló, pero con la comunicación adecuada, ella aprendió español y encontró una buena estancia con Fabiola y Bernardo. Lo mismo sucedió con la pequeña que ahora acogen, dado que sin hablar, solo con los puños cerrados, se mantuvo hasta que confío en su familia temporal.
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“Al principio yo recuerdo de esta niña que cuando llegó a la casa, entró y le dijimos: ‘esta es tu casa. Vas a estar con nosotros por un tiempo. Te vamos a enseñar tu cuarto, tu cama’. Tengo la imagen muy guardada en mi cabeza cuando ella entra y se siente con inseguridad. No quiere entrar, a la casa, voltea para todos lados, sin embargo, nosotros quisimos darle la confianza, que se sintiera segura. Que supiera que la íbamos a amar- Fueron como tres o cuatro segundo en lo que se dio cuenta: ‘vengo a algo diferente’”, relató Fabiola.
“No fue difícil en cuanto a quererla o amarla, sino la comunicación al principio, porque ella no hablaba nada de español, nada. Y como que a señas, y nosotros un poquito enseñándole. Y se fue hablando español”, agregó.
Pero, para ellos tampoco fue fácil conceptualizar que habrían de amar a hijos por una temporada, pero decidieron hacerlo, y los ha preparado como padres cuando sea su turno. Pero, además, ser partícipes de la familia donde las pequeñas ahora se encuentran y conocen cómo crecen, dice ella.
“En el segundo caso que pudimos tener, una niña de 5 años, un poquito más grandecita nos sigue hablando por teléfono, nos manda fotos, ella se refiere a nosotros como tíos. Nos pregunta por nuestra familia, porque gracias a dios, nuestros padres, nuestros tíos nos apoyaron y se encariñaron con estos chiquitines”.
"Es doloroso cuando los niños se van": Bernardo
Bernardo reconoce que es doloroso cuando los niños se van, pero saben que es por un tiempo, y más porque los consideran sus hijos. Pero están conscientes que se irán, pero además que estarán bien con una familia permanente.
Se registraron adopciones en 2023
Por su parte, Cecilia Rodríguez Procuradora de Niñas. Niños y Adolescentes, dijo que el año pasado se registraron 22 adopciones, dado que se les ha dado celeridad a los procesos respetando lo que dice la ley, y el acompañamiento con los padres.
Explicó que se han entregado niños en su familia definitiva, incluso cuando han sido abusados sexualmente. Y se les da seguimiento por medio de terapias el tiempo que sea necesario, dado que los padres saben que los infantes que quedan en adopción, tienen una historia complicada detrás.
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