Jóvenes duranguenses con pasión por trabajar la madera

Poco nos detenemos a ver lo importante que son los muebles que a la postre se convierten en parte de la familia.

El primer paso es el trazo, es decir, el cortar cada una de las piezas. (Gilberto Lastra)
Gilberto Lastra Guerrero
Durango. /

Poco nos detenemos a ver lo importante que son los muebles que a la postre se convierten en parte de la familia. El trabajo de carpintería es una ciencia, es una forma de mantener viva una tradición de cientos de años, el manejo de la madera. La pasión no comienza en el taller, sino lo que conocen los carpinteros. el origen de la madera.

El primer paso es el trazo, es decir, el cortar cada una de las piezas para que se ensamblen. Esahu Astorga es el primer eslabón en la cadena de producción. Explica que se debe de comenzar con dimensionar las piezas conforme al diseño y las medidas.

Se hacen los primeros cortes y se le da acabado de la madera para se ajusten cada una de las piezas. La maquinaria es precisa, se requiere de atención para respetar las medidas y remover todos los sobrantes. Poco a poco la madera queda son rescoldos.

Luego sigue el armado y Juan Nevárez, un carpintero que le viene de cuna el oficio, porque nació en un aserradero en el poblado La Vegas en el municipio de Durango, y ahora, a los 70 años, sigue en su pasión, la carpintería. 

Sabe que su trabajo, aunque los clientes no lo conozcan, les entrega una pieza entrañable, hecha con pasión.

Es una parte complicada porque requiere de oficio, pero poco a poco y echando a perder tornillo, que no son tantos, logra ensamblar una pieza. Y es que es así como se va formando el esqueleto de madera de cada mueble.

El pulido es igual de importante en el proceso, Ricardo Venegas muestra cómo se hace, primero con una lijadora grande para afinar la superficie de madera, respetando la veta, que son los anillos la madera tiene desde que es un árbol, y que es única. Al terminar, con una pequeña, las milimétricas virutas.

La pintura es la última parte y Christian Valenzuela prepara la pintura y con la pistola en la mano, explica que se debe dar pasadas con la mano, y como si fueran trazos para obra de artes.

"Por momentos pierdo el ritmo, pero ya en la tercera de la tablas, logré que quedara conforme se deben las capas para que los clientes tengan un buen producto".

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