Madres urgen al Poder Judicial y al Estado de Durango, que detengan las violencia de la son víctimas sus hijos por las venganzas de sus exconyugues o exparejas.
Con cartulinas y lonas que colgaron en las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia, denunciaron a los jueces que consideran que han tomado partido en esa "tortura" que es el que sus menores se encuentren en medio de una disputa legal, a pesar de tener una sentencia o la custodia, se busca seguir afectándolas por medio de los que se conoce como la violencia "vicaria".
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Al final, lo que buscan es que se respeten las resoluciones porque apenas termina un proceso, promueven acciones legales que no les permiten una vida sana con sus hijos. Además, el camino legal está lleno de irregularidades por influyentísimo.
Mónica Peyro, madre activista para que se legisle en Durango la violencia vicaria, sostuvo que el haber colgado las pancartas en el Poder Judicial, es una forma de defensa para los menores, porque se pondrá atención a sus casos desde la perspectiva de infancia.
Por su parte, Alondra Morales, dijo que desde hace años sus hijas han pasado un calvario dado que su ex pareja la amenaza, y por los malos procesos en la administración de justicia estatal y de resguardo de menores, no se ha logrado por la presunta injerencia de su ex pareja, a pesar de tener una sentencia definitiva.
Angélica Lazalde, madre una menor, desde hace seis años solamente ha llevado una audiencia y por medio de un recurso legal logró convivencia para ver a su niña, sin embargo, durante los últimos meses percibe que ellas tienen ideas sembradas que generan su rechazo.
En este sentido, Lucero Hernández víctima de un juez, con quien tuvo un hijo, dijo que el común denominador en los casos es que las resoluciones de los jueces no son con perspectiva de infancia y violan los derechos de los niños, porque en su caso, por medio de psicólogos periciales se ha demostrado que cuando se aleja de su madre, se les afecta, sin embargo a pesar de no tener el padre todo interés por su bebé, busca arrebatárselo.
aarp