Dos meses viviendo a la intemperie y jacales tras derrumbe de sus hogares en Poanas

El 4 de agosto una tromba cayó dejando inundado y con serias afectaciones al ejido Poanas, en Lerdo. Los pobladores sienten el olvido de las autoridades.

José Luis prefiere vivir a la intemperie a que le roben sus pocas pertenencias. (Rolando Riestra)
Adentro del jacalito solamente cabe una cama y tiene una cobija. (Rolando Riestra)
Isis Rábago
Lerdo, Durango /

A casi dos meses de que las lluvias ocasionaron el desbordamiento del canal en Ponas en Gómez Palacio, ocasionando el derrumbe de alrededor de doce casas, además de daños a decenas más, los más afectados han tenido que sobrevivir sin techo, sin muebles, sin la mayoría de sus pertenencias y con recursos limitados.

Cada una de las doce familias cuyas casas construidas de adobe no resistieron la humedad, tiene una historia diferente que contar, pero todas tienen algo en común, la carencia de recursos que les permita volverlas a levantar. Aunque unos casos son más vulnerables que otros.

“Me quedé en la intemperie”

La situación de Don José Luis González de 60 años de edad, quien apenas puede moverse por el dolor en su rodilla, sin embargo, prefiere permanecer en un jacal improvisado con tablas y láminas, en donde adentro solamente cabe una cama y tiene una cobija, que irse del lugar que lo vio nacer y el cual sus padres eligieron para formar una familia.

Ahora tiene este jacal, sin embargo, hubo días en que prefería quedarse afuera para evitar que le fueran a robar sus pertenencias, como también lo hicieron otros damnificados.

José Luis, perdió la gran parte de su casa, ahora se ven solamente los cimientos de lo que eran los cuartos donde acostumbraba dormir, y en un terreno, los restos del adobe que formaban las paredes y el techo. Sin embargo, lo más lamentable para él, es la reciente pérdida de su hermano, quien vivió la tristeza de ver como en una sola noche, todo lo que creía seguro, se desvaneció.


El hermano de Don José Luis, fue uno de los beneficiados con material para construcción destinados por el Gobierno del Estado de Durango, sin embargo, en este momento no cuenta con las fuerzas ni con los recursos para poner la mano de obra que estaba acordada con el programa.

Así es dormir en un jacal improvisado

A María del Refugio Velázquez López, de 67 años, le llovió sobre mojado, su vivienda al estar más cercana con el canal, fue de las primeras afectadas cuando se desbordó, y horas más tarde, vino el derrumbe de parte de su casa.

La situación de ella también es complicada debido a padecimientos de salud, pues en enero tuvo una embolia y una trombosis a consecuencia del fallecimiento de uno de sus hermanos.

Los vecinos afectados de Poanas, recibieron apoyo en material como blocks, cemento, varillas por parte de la Comisión Estatal de Suelo y Vivienda, pero además otra empresa que se dedica a la extracción de piedra, también les donó material para la construcción de sus casas.

Vecinos perdieron hasta sus trabajos

Así, vecinos de Poanas como Alicia Vázquez de Santiago, Ismael Robles García, José Efrén López, Ramona del Toro Guillén y Gregoria Ávalos Mayorga, dieron a conocer su situación, pero sobre todo, en sus rostros muestran la desesperación que atraviesan al ver que pasan los días y su condición no cambia, pues las pocas esperanzas que les dieron, se van desvaneciendo.


Por lo pronto, se ve una luz en el camino para los habitantes de Poanas, esto una vez que la administración municipal de Marina Vitela aprobó la reasignación de recursos del Fondo de Infraestructura Social Municipal para la reconstrucción y reparación de viviendas afectadas por las pasadas lluvias.

aarp

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