La incertidumbre, temor y un estado de paranoia es la que se puede percibir al interior del hospital integral de El Salto Pueblo Nuevo, donde a unos días de ocurrido el asesinato del médico Erick Andrade, el lugar sigue vacío y como una auténtica escena del crimen.
Médicos, enfermeros, personal de limpieza y mantenimiento deben lidiar con la falta de insumos, medicamentos, herramientas de trabajo y recientemente con la falta de seis de sus compañeros, uno fallecido y el resto quienes atestiguaron el hecho.
- Te recomendamos Familia de médico asesinado en Durango pide cancelar servicio social en zonas rurales Estados
Por ello, el gobierno del estado a través de los titulares de las secretarías de gobierno y de salud, Jorge Mojica y Sergio González, respectivamente, encabezaron una reunión en aquella región del estado donde, se comprometieron a brindar todas las condiciones de certeza y seguridad que requiere.
Primero con la instalación de botones de pánico, después con una coordinación entre las corporaciones de los tres niveles de gobierno para mantener guardias y patrullajes en aquellos municipios vulnerables.
Por el lado de salud, González Romero, detalló que habrán de recontratar a seis personas más inmediatamente para cubrir las renuncias y las vacantes pendientes, dotar de medicamentos e insumos para desempeñar de forma adecuada su labor.
Finalmente el secretario de salud, explicó que por ley, los médicos pasantes deberán cumplir con su servicio social, por lo que habrán de regresar en los próximos días para terminar con su encomienda, sin embargo en Pueblo Nuevo, no ocurrirá así, sino hasta que se cumpla con los compromisos hechos por el ejecutivo estatal.
ARG