El acudir a una Unidad de Gestión Ambiental (UGA) debería establecer como obligatoriedad para el visitante la menor intervención posible del entorno, sin embargo, en la Sierra del Sarnoso los forasteros dejan basura y grafitean en la formación de rocas milenarias, en tanto que la industria extractiva de mármol deja enormes hoyancos en el terreno al utilizar vehículos de gran tonelaje, exterminando flora y fauna endémica, al tiempo en que se continúa barrenando el paisaje y generando daños irreparables en una zona protegida.
Ejemplo de ello es Tecnobrick, empresa regiomontana que el pasado 10 de julio fue sancionada por el Ayuntamiento de Gómez Palacio, que le impuso una multa superior a los 86 mil pesos por los daños ocasionados en la zona, a la altura del Cañón de las Canoas, al pie de la Sierra El Sarnoso.
El ambientalista Francisco Valdés Pérezgasga, presidente de la asociación civil Prodenazas, explicó que la empresa al insertar en el área camiones de carga de alto tonelaje, ha ocasionado destrozos en diversas áreas así como la erosión de la flora que se mantiene al pie de los caminos de terracería.
“Llegó un momento en que afectaron tanto el camino que ya ni ellos pueden circular por ahí, se necesita hacer un trabajo de remediación pero sin explotar el entorno. La primera condición sería que ya no circularan camiones de gran tonelaje; antes de alguna otra manera se sacaba el mármol y no usaban camiones de esas dimensiones
En una UGA de conservación no se permiten actividades industriales, si ya había actividades industriales previas, sí se permiten pero lo que aquí no es previo es la circulación de ese tipo de camiones, eso se debe parar”.
En los últimos dos años, los ambientalistas se han enfocado en la protección de la zona y cabe recordar que en mayo de 2018 debieron interponer un amparo ante el Juzgado Segundo de Distrito para impedir la introducción de una línea de gasoducto en el ramal de Dinamita, en el municipio de Gómez Palacio.
Flora y fauna en peligro de extinción
De la zona existe un estudio técnico justificativo que mantiene un listado de flora y fauna en peligro de extinción. Lo que destaca son cinco especies distintas de víbora de cascabel.
Valdés Pérezgasga apuntó que este hecho ha sido una de las principales banderas para proteger y preservar el área natural protegida.
“Se ha promovido que se le denomine santuario de las víboras de cascabel, que sea un refugio porque tiene tantas especies diferentes, que repito, es altamente inusual. Aquí también tenemos registros de aves que no hemos visto en ninguna otra parte de La Laguna como el Gorrión de Barbilla Negra y hay especies que nada más ves aquí, probablemente por las características de flora y de paisajes que tienen”.
Estas sierras son una zona importante para el refugio de aves con 83 especies entre migratorias casuales, visitantes de residencia invernal o aquellas que se consideran como residentes permanentes o nativas.
Del total, el 5% están en peligro de extinción, el 6 % se encuentran en la categoría de amenazadas, el 4 % está en protección especial y solo el 3 % son consideradas como especies endémicas.
Tal es el caso de las rapaces como el águila real (Aquila chrysaetos) que está amenazada o el salta pared grisáceo (Thryomanes bewickii) que es endémico de la región. La explotación marmolera en la zona es muy extensa e intensiva, por lo cual en menos de 50 años el paisaje general se aprecia ya erosionado con grandes manchas blanquecinas entre los cerros que están siendo devorados por empresas. El mismo caso se aprecia en el municipio de Lerdo, Durango.
AARP