Efraím Castellanos, director de Energía en la Secretaría de Desarrollo Económico de Durango, afirma que el Estado todavía tiene mucho por hacer en cuanto a la explotación de energías renovables y mantiene un lugar privilegiado en la escala nacional.
“Tenemos dos grandes bloques: uno que estamos trabajando en cuanto a traer desarrollos fotovoltaicos y la modalidad de generación distribuida que permita a los usuarios que no pueden poner un gran campo solar algo más pequeño”.
Indica que en ese camino también avanzan con una fuerte alianza con el sector industrial que escuchan para definir acciones de gobierno, tanto en gestiones ante el precio de las tarifas y la modificación de planes de estudios universitarios para preparar a la mano de obra que requerirán.
“Hemos trabajado muy fuerte con la Comisión Reguladora de Energía y creado un lazo de confianza y acercamiento más estrecho para apoyar a los industriales”.
A dos años de que arrancó la actual administración estatal, ¿qué es lo que más relevante que ha hecho la Dirección de Energías de la Secretaría de Economía?
El cargo de la Dirección es relativamente joven tras el decreto que emitió el Gobernador, sobre la creación de la Subsecretaría de Minas y Energía.
Hemos trabajado muy fuerte primero en la atracción de inversión dándole un sesgo más fuerte a la parte de las renovables y otra de las cosas que estamos impulsando es buscar vínculos entre el sector industrial y académico.
Estamos tratando de buscar recursos para empresas que desean instalarse y las que están teniendo problemas ahora en ese sentido queremos ser su ventanilla de solución.
En ese sentido, hemos trabajado muy fuerte con la Comisión Reguladora de Energía y creado un lazo de confianza y acercamiento más estrecho para apoyar a los industriales. Por ejemplo, en el tema tarifario que ha sido bastante polémico y candente.
¿Cuáles son las áreas de oportunidad que tiene Durango en ese sentido?
Tenemos dos grandes bloques: uno que estamos trabajando en cuanto a traer desarrollos fotovoltaicos y la modalidad de generación distribuida que permita a los usuarios que no pueden poner un gran campo solar algo más pequeño.
También estamos tratando de hacer prospección en otras áreas que a lo mejor el recurso no es tan grande y notorio como el solar.
Es el caso del Sistema Geológico Mexicano con el que exploramos el área de energía en unos municipios de Durango, donde frecuentemente hay fallas de energía, la Bioenergía que en algunas partes como la parte Serrana tiene un alto potencial. También es necesario explorar el potencial forestal y autosustentable.
¿Qué se tiene actualmente en Durango para la generación de energías alternas?
Desde el 2014 empezamos como punteros en el desarrollo de fotovoltaica a nivel nacional y todavía nos mantenemos en un buen lugar, pues tenemos un parque de 64 megawatts ubicado en la capital.
Actualmente se están desarrollando otros proyectos como Tlahualilo con uno de 30 megas y tenemos otro proyectado 100 megawatts para el 2019, es decir, vamos a duplicar prácticamente la producción actual.
La prospectiva que hemos estado haciendo de lo autorizado por la Comisión Reguladora es de 900 megawatts por todo el estado en municipios como Canatlán, Tlahualilo, Mapimí, Cuencamé. Esperamos que para 2022 llegar a la colocación de por lo menos 600 megawatts.
¿Qué inversión se ha hecho en los proyectos consolidados y de dónde provienen los inversionistas?
En lo que respecta a todo lo que tenemos prospectado hablamos de mil millones de dólares y lo que está consolidado son 200 millones de dólares.
Las empresas son de capital español y la primeras plantas de 64 megawatts fueron una apuesta Eosol Energy , la cual proyecta dos plantas más para finales de 2021.
Y estamos esperando capital canadiense y contamos con un proyecto de 100 megawatts de capital chino.
En el caso de la preparación de la mano de obra para laborar en esas plantas, ¿qué están haciendo desde el gobierno del Estado?
Tenemos dos universidades en el estado que están muy fuertes en ese tema: una en Durango y otra en La Laguna. Ambas tienen su carrera e ingenierías renovables y una especialidad en ingeniería eléctrica.
Hemos hecho vínculos directos con las academias y estamos sondeando la perspectiva de los planes de estudio, pues viendo el boom de las empresas necesitamos darle velocidad al capital humano que egrese de las universidades. Los mismos corporativos en rondas de trabajo nos transmiten algunas de sus ideas.
¿Cómo se preparan de cara a una transición federal en la que se ha hablado de incertidumbre en varios rubros?
Hemos estado haciendo varios contactos desde las cámaras locales de diputados y queremos estrechar lazos con los senadores de la Comisión de Energía en el Senado.
Por lo pronto algunos legisladores nos han dado cierto confort y en un principio no sabíamos el sector de apoyo en el lado de energía, pero ya con lo que hemos hablado nos dieron una perspectiva clara de que las renovables siguen.
Algunos diputados nos comentaron que no se debe quitar el dedo del renglón en las energías renovables, pues si bien el presidente electo ha hecho énfasis en el rubro de hidrocarburos, todavía nos faltan cosas por hacer.