Armado con su voz, guitarra y armónica, Venancio Carrillo no ve limitadas sus ganas de vivir y su entusiasmo por la pérdida de su vista que sufrió hace 43 años, y ameniza cada mañana con sus melodías a los comensales de algún restaurante del corredor 'Del antojo' allá por el ejido Los Ángeles, en Lerdo, Durango.
Originario de La Goma y radicado en León Guzmán, Venancio es su nombre, pero desde chico sus amigos y vecinos le conocen más como 'El Venado', pero ya en su faceta artística se nombra 'El Venado del Norte', pues el género musical que más domina son las canciones norteñas.
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Pulcro todo él, al igual que combinado en su vestimenta desde botas a sombrero, 'El Venado' se hace acompañar por su esposa y diariamente vienen a "chambear" a las gorditas 'Gaby' que ha ganado popularidad por su sazón y cocina echa a leña, ubicado a la orilla de carretera Lerdo-León Guzmán.
Con 63 años de edad, relata que en la música lleva trabajando 40 años, primero comenzó con un grupo de los llamados taloneros en bares y cantinas de Torreón, Gómez Palacio o Lerdo, y sabe tocar la guitarra, tololoche y bajosexto, pero a la muerte de sus compañeros se vio obligado a andar por su cuenta.
"De la cantada tengo todo, mi casa, mi esposa y mis hijos, todo depende de ahí", dice con mucho orgullo.
Cuestionado de cómo es su día, 'El Venado del Norte' detalla que se levanta a las 6:00 de la mañana, se "alista" y se viene con su esposa a este lugar donde ya está de planta de 9:00 a 1:00 de la tarde, pues de aquí se traslada a otro restaurante de carnitas de puerco 'La Palapa' donde labora cantando de 3:00 a 6:00 de la tarde.
Dice que hay mucha competencia y por tanto los grupos y cantantes se han organizado para tocar solamente en determinados sitios, con el compromiso de no invadir unos a otros y todos salir ganando como un buen acuerdo.
Rosa María Galindo, su esposa, dice que tienen ya diez años de casados y se encarga siempre de tener a su esposo limpio en su persona y con su ropa, así como sus instrumentos listos para salir a trabajar a su lado. A lo que la interrumpe Venancio para decir "ella es mis ojos", al servir como guía en sus labores, pero además aclara y precisa su mujer que ella hace los contratos cuando se trata de alguna presentación especial en fiestas, bodas o cumpleaños, además de recorrer juntos las mesas para solicitar alguna propina voluntaria de los comensales.
Perdió la vista por caerse de un caballo
Admite que las cosas no han sido fáciles para él, pues entre los 19 y 20 años perdió la vista tras caerse de un caballo, pues el golpe fue en la cabeza y se le fue secando el nervio óptico hasta quedar completamente ciego.
Sin embargo, eso no le quitó las ganas de vivir, de trabajar en lo que le gusta y formar una linda familia, sintiéndose agradecido por el apoyo que la gente le brinda a través de una moneda ya sea de 5 o 10 pesos o hasta un billete de 20 pesos según su agrado y consideración.
'El Venado del Norte' hace pausas y se presenta en un espacio del restaurante con tres o cuatro canciones y luego descansa, su repertorio es amplio, basto digamos, sobre todo con las canciones de grupos norteños que gustan a la gente, mezclando el ritmo de su guitarra con la armónica que está adaptada para ofrecer a los comensales un momento agradable.
"Les doy gracias a todos los que. Me apoyan, porque yo vivo de esto, no tengo ayudas del gobierno ni de nadie, nada más la ayuda que me da la gente, pues una propina es un gesto de amor al que yo compenso y agradezco con mis canciones", concluyó.
aarp