El ejido de Carrizalillo, en Guerrero, dio por terminado el convenio que permitía la extracción de oro en sus tierras por parte de la empresa Equinox Gold, tras acusar incumplimiento de acuerdos, trato discriminatorio de los ejecutivos y afectaciones de pobladores en materia ambiental y de salud.
Este jueves, representantes del ejido, ubicado en la parte alta del municipio de Eduardo Neri, viajaron a Chilpancingo, donde informaron que desde la mañana cerraron las instalaciones de la minera, dejando sin actividades a por lo menos mil 300 trabajadores de la empresa.
Los representantes se limitaron a identificarse como integrantes de la Mesa Directiva del Comisariado Ejidal, pero no proporcionaron sus nombres por razones de seguridad.
Aunque confirmaron que las instalaciones de la mina están cerradas y que los ejidatarios se encuentran plantados en los accesos, dijeron a los medios de comunicación que no hay condiciones para trasladarse a dicho lugar y cubrir la información en campo.
En conferencia de prensa, dijeron que el 3 de abril de 2019, tras varios meses de diálogo con la empresa Equinox Gold, acordaron firmar un convenio que permitía la explotación de la zona hasta por un periodo de seis años.
Este año, indicaron que se inició un periodo de diálogo en el que se incorporaron varias cláusulas que permitirían mitigar los daños que se han provocado a la salud y el medio ambiente, precisamente a partir de la operación de la compañía, sin embargo, los ejidatarios acusaron que compañía varió en su posicionamiento.
“Todo ese respeto mostrado por la empresa durante la negociación del convenio, literalmente se fue desvaneciendo y comenzaron a crearse varias discrepancias por el incumplimiento del convenio y la falta de transparencia, hasta que la empresa empezó a tener manifestaciones de discriminación y racismo hacia nosotros y nosotras”.
En consecuencia, los representantes del ejido señalaron que la empresa ya dejó de tener la confianza de los titulares de la tierra, “pues ha mostrado falta de transparencia, ausencia de ética y excesiva soberbia” ante los planteamientos que se le hacen en temas como agua, salud y vivienda.
“Es del conocimiento público que vivimos en una zona totalmente impactada por las operaciones mineras que ha contaminado todas muestras fuentes de agua limpia, provocando importantes daños a la salud, como daños a la piel, deformaciones en nacimientos, cáncer, males respiratorios, entre otros que son provocados por metales pesados, que se agravan por la poca consideración de las empresas que han explotado nuestras tierras”.
En Carrizalillo carecen de agua potable desde 2010, a partir de que cedieron su principal fuente de abastecimiento a las instalaciones de la mina.
RLO