Ejidatarios exigen 11.8 mdp a CFE por expropiación de tierras

Integrantes del ejido Villa Juárez solicitan la intervención del gobierno de Claudia Sheinbaum ya que la termoeléctrica y desarrollos habitacionales de lujo impulsan el deterioro del lecho del río Nazas.

Algunos parajes del río Nazas lucen yertos, sin agua, sin vegetación y con animales muertos. | Rolando Riestra
Lilia Ovalle
Lerdo, Coahuila /

Integrantes del ejido Villa Juárez solicitan que la Comisión Federal de Electricidad cubra un pago por 11 millones 800 mil pesos más los intereses generados durante al menos tres décadas, luego de que, por decreto presidencial, les expropiaron tierras para que la paramunicipal instalara una planta termoeléctrica ubicada en el municipio de Lerdo, en Durango.

También exigen la reforestación y remediación ambiental, pues está seco y contaminado el lecho del río Nazas que atraviesa su comunidad. Al uso de grandes volúmenes de agua que requiere CFE, apuntaron, se suman los intereses de agroindustriales y desarrolladores de vivienda que instalaron un campestre que alberga lagunas artificiales de agua, un campo de golf, un zoológico con animales exóticos, dos casinos y un sector habitacional para la élite.

Eleazar Cruz Rodríguez, líder de los afectados, convocó a reporteros para evidenciar el ecocidio que vive su comunidad desde que, a finales de la década de los ochenta y por decreto presidencial, les obligaron a vender parte de las tierras del ejido a la CFE. Con el paso de los años, refirió, el deterioro ambiental se agrava y pone en riesgo la vida de los ecosistemas y de la propia comunidad.

Con el paso de los años, el deterioro ambiental se agrava. | Rolando Riestra

En un recorrido por la zona se constató que algunos parajes del río Nazas lucen yertos, sin agua, sin vegetación y con animales muertos. Los campesinos afirman que, en cambio, en ciertas áreas, el agua de la termoeléctrica se desecha por los canales de riego en tanto que las plantas de evaporación de la CFE, que aseguran suman más de 20 hectáreas, lucen desde hace varios años atrás abandonadas y quizá esta tierra esté a un paso de ser adquirida por los propios ingenieros de la paraestatal.

MILENIO habló con los campesinos que, organizados, piden se liquide el adeudo millonario sobre las tierras que les hicieron vender, pero también que intervenga en su ayuda la presidenta Claudia Sheinbaum y se impongan acciones de remediación en cuanto a los trabajos que realiza la CFE, así como sanciones administrativas para la Conagua, institución que permitió el cierre de canales de riego a conveniencia de particulares.

Algunos parajes del río Nazas lucen yertos, sin agua, sin vegetación y con animales muertos. | Rolando Riestra

Cuando el agua y la tierra daban alimento

Luz Elena Ramírez González es una joven ejidataria que sucedió a su padre, José Carlos Ramírez Ceceñas. Ella recordó lo que en el pasado se sembraba con alegría porque dijo, de cada semilla brotaban alimentos para la gente y el sustento para su familia.

"Mi papá era ejidatario y también fue comisariado ejidal en 1985. Él como todos sus compañeros sembraba y tenía unas cosechas de muy buena calidad, incluso esta llegó a ser una región tomatera 100 por ciento y todo iba a los supermercados regionales y tiendas de aquí. Mi papá sembraba fruta, melón, sandías de 45 kilos que iban directo al Torton de la Soriana. También pepino, lechuga, repollo".

“En ese tiempo yo era niña y de los terrones, de sembrar el suelo, mi papá sacó maestras, un ingeniero, con mucho orgullo. Él murió en la pandemia, por Covid, y yo me hice cargo de las tierras, porque también murieron mi hermano y mi mamá. Todos se fueron y yo fui su sucesora en el ejido y estoy al frente”.

Luz Elena dijo que incluso tiene derecho al agua de algunas norias y a la rodada, es decir, el agua que llega por el lecho del río. Pero al instalar la termoeléctrica, ésta dejó de llegar a su parcela, aunque aún hoy deba pagar por el derecho de uso. Con tres hectáreas, apuntó, ella se apoya con sus vecinos, aunque el cultivo haya cambiado y hoy se piense en la comida del ganado.

El agua que llega por el lecho del río, pero al instalar la termoeléctrica, ésta dejó de llegar a las parcelas. | Rolando Riestra

“Ya no sembramos hortalizas porque ya no se da, de hecho cuando iniciaron con la termoeléctrica, en la noche dejaban salir el hollín, toda la contaminación, y los agricultores llegaban en la mañana y veían sus plantitas llenas de pura ceniza; las plantitas de tomate crecían 10 o 15 centímetros y se secaban, eran puras pérdidas. Viendo eso comenzaron a sembrar forraje, necesitamos sobrevivir de alguna manera”.

Su amiga, María de Lourdes Blanco, intervino en la conversación y sin más apuntó que por ello que requieren el apoyo de Sheinbaum Pardo y le externó una invitación para que visite el ejido Villa Juárez, en Lerdo.

“Necesitamos apoyo y que la presidenta Claudia Sheinbaum nos escuche, queremos que venga a visitar nuestro pueblo para que vea los destrozos que ha causado la termoeléctrica; para el lado del río taparon muchos caminos, la CFE tapó las acequias con las que regaban los agricultores pegados al lado del río y ahorita ya no hay agua.

“Todos los desechos de la termoeléctrica están cayendo al río. Ya nadie produce como antes. Algunos campesinos tuvieron que vender sus tierras y el exalcalde, Carlos Herrera, compró la mayoría de las tierras, se apropió de todo y ahora ahí está el Campestre y casi ya la mayoría de los caminos del agua están bloqueados”.

Todos los desechos de la termoeléctrica están cayendo al río. | Rolando Riestra

También quieren ver a Sheinbaum

Eleazar Cruz dijo que se lucha para que la población y los gobiernos entiendan el deterioro que propició la termoeléctrica en su comunidad, pues secó la mayor parte del lecho del río Nazas, eliminando del paisaje a los sauces, álamos, mimbres y pinabetes. Al extraer grandes volúmenes de agua para sus procesos industriales, aseveró, está condenando a la comunidad.

“Con la autoridad municipal no tenemos nada, el alcalde (Homero Martínez Cabrera) solo ha construido una carretera derechito a su finca; con el gobierno del estado tampoco hemos tenido ninguna respuesta, aunque hemos mandado oficios. Por eso acudimos a la presidenta, le mandamos oficios. El problema tiene al menos 34 años desde la construcción de la termo. Nosotros encontramos unos documentos y ahí miramos que entonces nos pagaron 8 millones 200 mil pesos y quedaron pendientes 11 millones 800 mil pesos porque iba a ser un pago total de 20 millones”.

De esta manera se pide que se concluya la indemnización para 44 familias por un total de 75 hectáreas. Al momento el ejido tiene 250 hectáreas donde siembran maíz y sorgo forrajero, en tanto que los campesinos que tienen agua, para garantizar la venta, siembran alfalfa.

Se pide que se concluya la indemnización para 44 familias por un total de 75 hectáreas. | Rolando Riestra
“El agua que ven pasar a un lado del campestre la está soltando la termoeléctrica; supuestamente tienen unas lagunas de evaporación donde deben echarlas, pero la laguna de evaporación está seca, la avientan para el lado del río. Orita la usan para regar, pero no sé si sea apta y es una contaminadera. ¿Ya miró que sacaron un animalito muerto?, toman agua de allí y se mueren, era un zopilote. Son 22 hectáreas para supuestamente tratar el agua, pero en total la CFE tiene 125 hectáreas, entre lagunas y la termo”.

Esta movilización también obedece a que la CFE planea ampliar sus instalaciones. Ante ello, el asesor jurídico de estos campesinos ya dio aviso al Fideicomiso del Fondo Nacional de Fomento Ejidal y se analiza el compromiso a que se obligó la paraestatal.

El también ejidatario, José Alvarado, indicó que el decreto firmado, establece en origen que se construiría la Central Termoeléctrica Lerdo, pero, en cambio, lo que se construyó fue la Termoeléctrica Guadalupe Victoria.

"La Ley Agraria dice que cinco años después de que se expropiaron las tierras ejidales, debe estar construida en su totalidad la obra por la cual fueron expropiadas las tierras. En nuestro caso fueron 79 hectáreas. El detalle aquí es que la obra no se hizo como tal; apenas se está construyendo Lerdo, que es lo que dice el decreto, pero como una ampliación, en tanto que la termoeléctrica Guadalupe Victoria arrancó cinco años después de haberse expropiado las tierras".
Esta movilización también obedece a que la CFE planea ampliar sus instalaciones. | Rolando Riestra

“La central como tal sí estuvo terminada en tiempo y forma con otro nombre a lo que decía el decreto. Por la expropiación se establecieron 20 millones, de los cuales se dieron nada más 8 millones 200 mil pesos por hectárea, están pendientes por entregar 11 millones 800 mil pesos”.

DAED

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