Ejidatarios sobreviven con agua de lluvia y de abrevadero

Debido a que el sistema de agua potable dejó de funcionar por falta de mantenimiento, los habitantes de 7 zacates, Durango, beben agua hasta con animales.

Los habitantes sufren de enfermedades estomacales y de la piel por el agua sucia. (Damían Ramírez)
Isis Rábago
Durango /

La localidad de Vicente Guerrero o mejor conocida como 7 Zacates, se encuentra a 50 minutos de la cabecera de San Juan de Guadalupe, Durango y para llegar hay que recorrer un tramo de aproximadamente 30 kilómetros de terracería, pasando Loma Alta, La Fortuna, Rancho Nuevo, Cipriano y La Flor, está el poblado en donde habitan alrededor de 56 familias, quienes desde hace varios años dependen del almacenamiento del agua pluvial para el consumo humano y las actividades diarias.

Como resultado de un Sistema Operador obsoleto, que debería dotarlos de agua potable a través de la conducción por tubos, denominado "Palos Altos", los habitantes basan su consumo en agua pluvial.

El acarreo a través de pipas, tampoco es una opción, pues no se cuenta con una unidad, así como tampoco con recursos para hacerla llegar y aunque anteriormente tenían un centro de potabilización de agua, la cual la vendían a bajo costo, solamente duró un año y actualmente está sin funcionar por la falta de mantenimiento.

Palos Altos, es uno de los cuatro Sistemas distribuidos en el todo el municipio, para brindar el servicio de agua potable a las 44 localidades, sin embargo, desde la pasada administración tiene problemas en su funcionamiento, situación que la atribuyen al alto contenido de sales registradas en el agua, ya que ha dañado la tubería y no se le brinda mantenimiento.

La escuela primaria del poblado, con el nombre de “Francisco Villa” opera bajo un sistema de enseñanza multigrado, caracterizado por contar con un número reducido de alumnado, en donde uno o dos maestros atienden a los estudiantes de diversas edades y grados, desde el primer año de infantil hasta el último de primaria.

Las condiciones precarias de la institución educativa, son el reflejo de lo que vive todo el poblado, con alto grado de pobreza, quienes padecen de la falta de lluvias, pues no solamente los está dejando sin agua para consumo personal, sino que también, está afectando a su principal fuente de trabajo que es la actividad agrícola y ganadera.

Durante la estancia de los 30 alumnos en la escuela, el recurso hídrico al que tienen acceso en la institución para beber, así como para uso sanitario y de higiene, es el agua acumulada a través de un sistema de captación de lluvia, el cual consiste en una conexión de tubería que va desde el techo de uno de los salones hasta una pila y en el fondo, a escasos 40 metros de distancia del piso, por la parte exterior, se encuentra un tubo con una llave, que al abrirla, empieza a salir agua y pese a que contiene basura, e insectos muertos, es de donde consumen los niños.

Cuando sale agua de la tubería, también disponen de esta, pero se caracteriza por tener un color amarillento, verdoso e inclusive café. Ante la falta de recursos económicos, la gente no puede adquirir agua purificada, pues en 7 Zacates, solamente existe una persona que vende los garrafones a un alto costo, por lo cual, las familias, prefieren destinarlo a los alimentos.

Pero la situación más crítica están por enfrentarla, pues al acabarse el agua almacenada, para lo cual falta poco debido a la sequía, no tendrán otra alternativa que consumir de otras fuentes, como es la acumulada en una especie de estanque, al cual la conocen como “La Hoya” y que también sirve para almacenar agua pluvial. En este lugar además que hay poco volumen, el agua es verdosa y también sirve de fuente para los animales.

Niños empiezan a presentar padecimientos estomacales y en la piel, “los niños toman agua de pilas o de un estanque, pero esa agua es muy sucia, inclusive tiene animales, los animales como vacas, becerros que tiene la gente que vive aquí, también los lleva donde mismo”, enfatizó Zayra Valeria Ríos, directora comisionada y maestra frente al grupo de la Escuela Primaria Federal “Francisco Villa”.

Hace casi dos años que tomó cargo como directora de la primaria, desde ese entonces, tuvo conocimiento que a través del programa denominado PESA, (Programa Especial de Seguridad Alimentaria), creado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las familias de 7 Zacates, tuvieron acceso a un sistema de captación de agua de lluvias en sus viviendas, que es la que utilizan para beber, preparar alimentos y otras necesidades.

Aunque los usuarios de estos sistemas del poblado, purifican el agua almacenada, así como filtran de forma rústica, con retazos de tela, para extraerle algún tipo de basura e inclusive animales muertos, la directora a cargo de la escuela multigrado, dijo que desde que llegó a la fecha, ha detectado casos de infecciones estomacales, así como en la piel, padecimientos que han ocasionado que en distintos días se haya registrado un ausentismo de casi el 50%.

“Casi es por vómito o diarrea, además que por su alimentación los niños tienen manchitas blancas en su piel”, externó.

El año pasado, el DIF estatal llevó el Programa de Salud Integral, en donde realizaron diferentes exámenes a los pequeños como estudios de sangre y revisión dental y detectaron anemias, bajos de peso, así como un caso solamente con sobrepeso, pero las enfermedades permanecen.

Para la directora, al menos cinco veces al año, cada niño no acude a clases por su condición de salud, siendo la temporada invernal, en donde más se incrementa el índice, esto también a consecuencia de que carecen de la ropa adecuada para abrigarse por la falta de recursos.

No solamente los alumnos de la escuela se han enfermando, pues dos maestros que imparten clases en esta escuela también han padecido de sus condiciones de salud, lo cual atribuyen al agua.

Zayra Ríos permanece en 7 Zacates de lunes a viernes y regresa los fines de semana a Torreón, de donde es originaria, desde hace cinco años llegó a San Juan de Guadalupe, Durango, pero está por cumplir dos en esta localidad y resalta que en este tiempo se ha percatado de cómo el municipio está en el olvido.

SISTEMA DE PALOS ALTOS

El sistema Palos Altos atiende a un total de 14 localidades, incluyendo a Vicente Guerrero o 7 Zacates.

Al inicio de esta administración municipal, encabezada por Efraín Padilla Flores, no estaba en funcionamiento, sin embargo, a decir por el director del Director de Desarrollo Social, Isidoro Guerrero, era cuestión de días para que sirviera.

“La administración pasada tuvo mucho problemas porque hubo mucha escasez de agua en este Sistema de Palos Altos, pero estos días el presidente municipal lo iba a poner a funcionar”, expresó.

Por su parte, dijo que la falta de mantenimiento por parte de las pasadas administraciones y ante las grandes cantidades de sales del agua, se han estado picando los tubos, ocasionando la descompostura de los pozos.

Isidoro Guerrero, hace alrededor de doce años, fue titular del Sistema Municipal de Aguas y recordó que en ese tiempo realizaron un estudio cuyos resultados fueron que el agua de San Juan de Guadalupe no es apta para el consumo humano, debido a que sobrepasaban las cantidades de sales, sin embargo, falta la actualización de los estudios para saber las condiciones en las que se encuentra actualmente.

SISTEMA DE AGUA EN CRISIS

La distribución de agua potable en San Juan de Guadalupe, Durango, es a través de cuatro sistemas; el primero es por parte del Sistema Municipal de Agua Potable que atiende a la cabecera, el Sistema Esquiveles que abastece a las localidades de El Pago, Casio, Estación Simón y Sabanilla, el Sistema de La Peña el cual beneficia al Bajío, Buenavista y El Orégano y Palos Altos que atiende a 14 localidades, entre las cuales está Vicente Guerrero (7 Zacates).

En la actualidad los cuatro sistemas se encuentran en quiebra y debido a que con excepción del Sistema Municipal, no cobran la administración municipal se encarga de pagar.

“En los sistemas no se cobra, se subsidia, y se hizo ley, aunque han estado diferentes administraciones, al menos pienso que el presidente municipal no lo ve así, sino que se ha hecho una mala costumbre y la gente se acostumbró a no pagar el servicio de agua, inclusive en la cabecera municipal la gente no paga el agua”, dijo.

Ante las condiciones que atraviesa el municipio, señaló que no se puede seguir subsidiando porque no se tiene con qué pagar e inclusive puede llegar el momento en que los sistemas dejen de funcionar.

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