Con apenas 900 habitantes y a pesar de estar ubicado en una zona donde impera la violencia por el crimen organizado, el Ejido Miguel Alemán, en el municipio de Suchiate, puerta de entrada en la frontera sur, es conocido como el Oasis de Chiapas.
Desde hace más de 30 años, los habitantes de este poblado se organizaron para establecer reglas que les permitan vivir en armonía y ponderar la seguridad, ya que los vehículos solo pueden desplazarse a 20 kilómetros por hora, de lo contrario, son acreedores a una multa de 500 pesos.
Identidad cultural
En entrevista para MILENIO, Fredy Barrios, presidente Comisariado Ejidal de Miguel Alemán, explicó que, para lograr mantener a la comunidad segura y conservar su identidad cultural sin romper el tejido social, sus pobladores se encargan de no permitir el asentamiento de personas ajenas.
Además, intentan ser autosustentables, ya que, por ejemplo, el agua para consumo humano es potabilizada por los propios pobladores.
“A través de un pozo, con sus filtros, sus tratamientos que le damos al agua, pues lo estamos produciendo, lo estamos vendiendo, también tenemos una tienda de abastos, para nosotros mismos como pertenecientes a una organización ejidal, como para los trabajadores también, cuando no hay dinero, pues a veces nos surtimos y nos van a financiar para que no podamos tener los sustentos diarios ahí”, precisó.
La actividad económica de Miguel Alemán se basa en la producción y exportación del plátano a Estados Unidos. Aunque el precio que les pagan por la producción es bajo, les ha ayudado a mantener su economía y no caer en los negocios ilícitos de la zona fronteriza que se vinculan con el crimen organizado, situación que ha ocurrido en otros poblados cercanos.
Para hacer una comunidad segura, el líder de la comunidad afirmó que establecieron un cuerpo policiaco integrado por los mismos pobladores, a quienes los han equipado para realizar operativos por las calles, así como entradas y salidas.
“Pero tenemos un equipo de jueces que para nosotros son nuestras autoridades, que por cierto yo he elegido los uniformó, les compró toletes, les compró todo, porque para nosotros ellos son nuestras autoridades. se ponen a hacer retenes aquí precisamente de velocidades, y el que se pasa, pues lo pasan a la asamblea para que se le pueda cobrar en su momento las multas de alta velocidad”, puntualizó.
Esta comunidad se localiza a 42 kilómetros del municipio de Tapachula, también se caracteriza por mantener limpia sus calles, sin importar si son pavimentadas o de terracerías, mientras que en cada esquina colocaron contenedores de basura para mantener limpio los espacios públicos.
Comunidad saludable
Durante el día las calles lucen tranquilas, los negocios abren desde las 06:00 horas y cierran a las 20:00 horas. El poblado cuenta con un centro de salud y también con una escuela primaria, preescolar y secundaria.
Doña Silvia López, una de las habitantes de Miguel Alemán, relató que desde pequeños sus pobladores son inculcados a mantener limpio los espacios, y quienes no respetan las reglas de la comunidad son multados por un recurso que, más tarde, se invierte en infraestructura.
“Pues vieron que acá el ejido, todo el tiempo ha sido así, todo el tiempo. antes sí se quemaba basura, pero allá no nos dejan quemar basura, ni charcos. por lo menos ustedes en las calles caso miran un charco, nada. solamente cuando hay lluvia es de que hay de ahí no toda el agua se va al drenaje”, apuntó.
A nivel nacional, Miguel Alemán es uno de los pueblos más limpios, cuenta con el certificado de comunidad saludable desde 2016.
Los habitantes están orgullosos de ser un ejemplo para replicar, ya que todos son organizados y cooperan para mantener el orden, incluso hasta con los animales de traspatio.
“Y para uno de pobre, que uno no tiene de dónde sacar un animalito, lo que sí mantenemos son pollos, pero puercos, si no, ni perros que andan en la calle. podemos tener perros, pero adentro del hogar”, precisó.
Los pobladores aseguran que estas prácticas continuarán siendo inculcadas en las nuevas generaciones, ya que hasta ahora les ha funcionado, pues son ellos quienes se encargan de la infraestructura cuando las autoridades no los voltean a ver.
EHR