Luz María Reyes Huerta, integrante de la organización feminista Marea Verde Altas Montañas, señaló que, con el asesinato de la maestra Verónica Fernández, ocurrido el pasado lunes en Orizaba, suman ya 20 las mujeres que han sido privadas de la vida en lo que va del año en la entidad veracruzana.
“Según nuestros registros, son 20 mujeres asesinadas en lo que va del año en Veracruz; ¿en qué circunstancias? Hay diversas, unas que podrían encuadrar en feminicidio, en otros registros dicen que son 15”.
Señaló que las cifras oficiales que antes daban a conocer en el Sistema Nacional de Seguridad ahora no las publican.
“Antes el Secretariado emitía constantemente cifras y últimamente ya no lo hace, que serían como las cifras oficiales; hay como que esta estrategia de negar la problemática de violencia hacia las mujeres y de invisibilizar la problemática, incluso descalificar lo que nosotros hacemos”.
Si bien, en el caso del feminicidio de Verónica, el gobierno estatal asegura que el móvil fue pasional, se conoce que había de por medio una disputa legal por la custodia de una menor, hija del presunto feminicida y ahora viudo.
En este sentido, la también abogada, Luz María Reyes Huerta, dijo que cada vez son más los casos de divorcio donde las parejas se agreden por la custodia.
“Es muy frecuente que las familias se separan y la custodia por los hijos e hijas se vuelve una situación, un pleito encarnizado y finalmente se traduce en ver quién tiene más económicamente o quién tiene las mejores relaciones, es el que va a obtener la guardia y custodia de los menores”.
Se pronunció por que se haga justicia en el caso.
“Yo creo que, en todos los casos de feminicidio, lo que exigimos es una impartición de justicia real, pronta y expedita y con perspectiva de género”.
Es lamentable que cuando las parejas se separan la mujer suele culpar a “la otra” y no a quien le hizo daño.
“Desgraciadamente este sistema en que vivimos nos ha puesto generalmente como rivales cuando no lo somos. Generalmente, cuando se da una relación con otra pareja, no vemos al agresor como al hombre, sino que nos sentimos agredidas por la otra mujer. Entonces estamos entendiendo mal. Este sistema nos quiere dividir y nos ha dividido y lo vemos en las expresiones de las mismas mujeres justificando situaciones de violencia hacia nosotras”.
EHR