En Chiapas, obligan a mujer a pensionarse tras lesión en su trabajo; sobrevive con $500 al mes

Alejandra Meza Hernández tuvo un accidente, el cual le causó una grave lesión a su mano derecha dejándola prácticamente sin movimiento.

Alejandra Meza Hernández fue obligada a pensionarse | Especial
Abraham Jiménez
Chiapas /

Una trabajadora, quien laboró para el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez en el área de limpieza, denunció que fue obligada a pensionarse luego de un accidente que la discapacitara.

Alejandra Meza Hernández señaló que trabajo durante 24 años en el municipio, 23 años como barrendera y un año como administrativo.

Mientras Meza Hernández trabajaba, tuvo un accidente, el cual le causó una grave lesión a su mano derecha, quedando dañada y dejándola prácticamente sin movimiento. 

“No me compensaron con nada, en el transcurso de eso, mi enfermedad fue avanzando, pedía mis incapacidades, una contadora del servicio médico me hacía bullying 'ahí viene la mano cortada', me detuvieron mi sueldo por lo mismo de mi incapacidad”, expresó Alejandra Meza.

A raíz de ello, Alejandra tuvo una severa infección en la mano, esto en conjunto con las enfermedades que padece, diabetes e hipertensión, la debilitaron mucho, por lo que buscó tener algún tipo de incapacidad por parte de su trabajo.

Alejandra tuvo una severa infección en la mano | Especial

Sin embargo, el departamento de limpia municipal no le brindó incapacidad alguna, ni siquiera el pago por los medicamentos o servicios a pesar de que el accidente que sufrió fue durante su jornada laboral.

Como trabajadora de limpia, la señora Alejandra fue engañada para firmar una serie de documentos para un trámite y pensionarse por discapacidad, su sueldo fue retenido y tras contagiarse de covid, quedó ciega.

“Yo no he firmado ningún papel, fue la baja automática, pues lo que te dieron, te dieron, me dijeron”. Alejandra comentó al referirse del trámite de pensión donde no se le especificó nunca la cantidad que recibiría.

Es así que la mujer de 44 años ha recorrido un verdadero viacrucis, pues luego de acudir a diversas instancias, para solicitar ayuda, se ha encontrado con que debido a su edad y condición no puede acceder a ninguno de los apoyos que brinda el gobierno.

Su único ayuda es su hija, quien vende ropa en un tianguis y a veces la acompaña para apoyarla en la venta, difícil tarea ya que su condición de salud no le permite valerse por sí misma.

Ahora ella sobrevive solo con 500 pesos al mes, pues es el sueldo que le otorgaron al pensionarse, un sueldo que no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas, mucho menos para acceder a los medicamentos que necesita.

Ella vive deprimida ya que solo busca que se le otorgue lo justo por laborar tantos años en el municipio y que no le hayan respetado su sueldo. 

LG

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