De estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumatzá pasaron a ser unos "viles delincuentes", pues sembraron caos y psicosis colectiva, debido a que causaron destrozos en diferentes puntos de la capital chiapaneca, entre las que destacan el incendio de la fachada de Palacio de Gobierno, bloqueos viales, agresión a la policía; asimismo, vandalizaron las instalaciones de la Secretaría de Educación estatal y expusieron la integridad de familias que habitan alrededor del plantel.
Armados con bombas molotov, piedras, cohetones, armas hechizas, además de andar encapuchados, los jóvenes secuestraron autobuses de pasaje, secuestraron a los choferes, quemaron la bandera de México, incendiaron la fachada y rompieron cristales de Palacio de Gobierno, incluso agredieron a la policía y a civiles que estuvieron cerca.
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Los más lamentable es que expusieron la integridad de las familias, de niñas, niños, mujeres y adultos mayores, que habitan alrededor del plantel, pues tomaron la vialidad principal del plantel, rociaron gasolina e incendiaron la vialidad, para enfrentar y agredir a la policía con cohetones, cilindros de gas, armas hechizas, así como con palos y piedras.
Durante los últimos años ha crecido el repudio social contra estos normalistas, pues cada vez son más constantes los actos de violencia sin justificación, pues un día secuestran pipas de combustible de Pemex, otro saquean mercancía de camiones de empresas privadas, lo mismo les da quemar patrullas que tomar casetas de peaje de la autopista a San Cristóbal.
Además, han tomado obras en construcción, secuestrando a obreros y maquinaria pesada, como la construcción del Doble Paso a Desnivel, en la zona norte poniente de Tuxtla Gutiérrez, por lo que la misma sociedad ha pedido la reubicación del plantel a una zona rural como su nombre lo indica, pues ya lo ha alcanzado la mancha urbana.
Incluso, el repudio ha crecido de tal manera que los mismos habitantes que viven en los alrededores han tratado de enfrentar a los normalistas, pues ya no es vida esto, comentan. Ya no no tienen una vida normal, más bien es de zozobra, en el que tienen miedo de salir de sus casas, para ir a la escuela, trabajo o simplemente para hacer los mandados domésticos.
No hay una justificación razonable, pues el gobierno los ayuda con más de 70 mil pesos bimestrales por cada alumno, a través de diversos apoyos, entre ellos la Beca “Benito Juárez”, cursos, capacitación y proyectos productivos, además cuentan con infraestructura educativa de calidad.
SCZ