En La Laguna, de 2010 al 2020, el aumento de hogares con jefatura femenina en los últimos años ha pasado de 76,314 a 130,531 hogares, lo cual representa un aumento del 71%. El pasado mes de octubre ONU-Habitat presentó la Estrategia Integral de Vivienda Adecuada y Urbanización Sostenible del Estado de Coahuila, (EVAUS), instrumento que guiará la política pública estatal en el tema de vivienda, apegado a la Nueva Agenda Urbana y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En esta estrategia se identifica la falta de asequibilidad para adquirir una vivienda como una de las problemáticas a atender, destacando la situación de las mujeres debido a que tienden a experimentar menor acceso a mecanismos de financiamiento para adquirir vivienda propia.
A la par, factores como una menor tasa de participación económica y menores salarios acrecientan las brechas en el mercado laboral entre hombres y mujeres, esto se refleja también en la capacidad de adquirir una vivienda.
En el apartado ‘Retos para la vivienda adecuada 2: La vivienda no es asequible para todas las personas’, de la EVAUS, se reconoce que el gasto en vivienda es mayor para las mujeres, quienes a nivel nacional tienden a gastar 5% más que los hombres en este rubro, (ONU-Habitat a partir de ENIGH, 2018).
Para La Laguna, resulta aún más significativo analizar esta limitación en la adquisición de vivienda, si tenemos en cuenta el aumento de hogares con jefatura femenina que se ha presentado en los últimos años, y en Torreón, con un aumento porcentual similar de 70%, en donde se aumentó de 41 mil 788 hogares con jefatura femenina en 2010 a 71 mil 022 hogares en 2020.
En el estudio ‘La Asequibilidad de la Vivienda en Torreón’ (De Luna, I. 2017), se analiza la accesibilidad financiera que tienen los torreonenses para adquirir una vivienda, a través de la metodología elaborada por la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces de Estados Unidos (NAR), que mide el índice de asequibilidad.
Método para comprar una casa
Esta metodología toma en cuenta la capacidad del comprador de casa, de pagarla con base en dos supuestos: primero, que el gasto destinado a pagar la hipoteca sea no mayor al 25% de sus ingresos, y segundo, que el enganche de la propiedad sea del 20% efectivamente.
Si tenemos en cuenta que el precio medio de la vivienda en Coahuila para el cuarto trimestre de 2020 fue de 821 mil 783 pesos (SHF,2021); la Tasa de Interés de Crédito a los Hogares promedio para diciembre 2020, publicada por el Banco de México de 12.81%, y consideramos los supuestos antes mencionados, así como un promedio de 20 años para liquidar el adeudo, obtendríamos que es necesario destinar 3 mil 090.18 pesos mensuales, o 37 mil pesos anuales, para pagar la cuota de una vivienda media, sin distinguir la clasificación de la misma.
Sin embargo, el ingreso mensual promedio de las mujeres según la ENIGH (2018), para la Zona Metropolitana de La Laguna se estima que es de 8 mil 085.37 pesos, por lo que estos 3 mil pesos mensuales comprometerían más del 38% de sus ingresos, superando el deseable 25% a destinar para el pago de la hipoteca.
Localización, factor determinante
Con el ingreso que actualmente perciben en promedio las mujeres de La Laguna y buscando solamente destinar el 25% o menos de ese porcentaje para el pago de la hipoteca, las laguneras solamente podrían adquirir una vivienda con el mínimo, cuyo valor para el Estado de Coahuila al cuarto trimestre de 2020 fue de 432 mil 796 pesos (SHF, 2021), la cual demandaría un pago mensual de mil 627.46 pesos equivalente al 20% de sus ingresos.
A este gasto se le suman factores como la localización de la vivienda y su cercanía a servicios de cuidado como escuelas, guarderías y centros de salud, o a sus centros de trabajo, lo que comprometerían aún más sus ingresos.
¿Cómo adquirir una casa si no estoy cotizando?
Acciones como la implementada por Infonavit, a partir del esquema Cuenta Infonavit + Crédito Bancario, en donde las mujeres derechohabientes no activas (que ya no cotizan en el Instituto por razones como: emprendieron un negocio, se dedican totalmente a las tareas del hogar, trabajan para una empresa como asalariadas o por honorarios) que alguna vez cotizaron, puedan hacer uso del dinero ahorrado en su subcuenta de vivienda para tramitar un crédito hipotecario, contribuyen a que las mujeres mexicanas puedan adquirir una vivienda.
Aunado a lo anterior, es necesario implementar políticas públicas locales que sumen y permitan atender esta problemática directamente y que contribuyan a disminuir la brecha económica que limita el acceso que tienen las mujeres a una vivienda adecuada. Además de monitorear a través de los indicadores propuestos por la EVAUS el impacto que dicha Estrategia pueda tener para reducir esta brecha desde el aspecto urbano.
aarp