Miguel Hernández Muñiz, director del Centro de Investigación en Agua y Derechos Humanos dio a conocer que, tomando en cuenta que el agua que llega por la red hídrica no es potable puesto que el 85 por ciento de los pozos incumplen la Norma Oficial Mexicana, realizan un estudio encaminado en hacer visible que en la preparación de alimentos en restaurantes y puntos de venta de comida se podría dispersar el arsénico en la región lo que afecta a la salud pública.
El CIADH es un grupo de profesionistas, que ante la crisis hídrica en la que se encuentra la Comarca Lagunera, los estados y el país, se organizan como una respuesta de la sociedad ante el problema que se enfrenta.
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Es importante dicen en su página conocer, medir y promover que el estado mexicano de cumplimiento a su obligación en materia de agua y derechos humanos, según los compromisos contraídos por el país en diferentes instrumentos internacionales.
Datos del Monitor Hídrico
Sobre el tema comentó que los resultados que se han hecho públicos a través del Monitor Hídrico son datos oficiales, generados a partir del análisis de los datos del propio organismo operador.
"Lo que se hizo fue recopilarlos, y analizarlos. A la par, hemos hecho estudios propios. Al final del día, lo publicado es un abanico de información oficial y lo que se pretende es que, al ponerla a disposición, la ciudadanía sepa los alcances de consumir agua con arsénico", mencionó Hernández Muñiz.
Preparación de alimentos con agua de la red
Señaló que realizan un estudio para determinar y visibilizar que debido a que el agua que llega por la red hídrica no es potable, no se debe ingerir, ni preparar con ella alimentos ya que de ambas maneras se está ingiriendo arsénico.
“La mayoría de los laguneros tenemos el gusto de comer en la calle, hay variedades y opciones. Todos los días se estará dispersando el arsénico y afectando la salud pública en caso de que se preparen alimentos con agua de la llave. En este momento, se está realizando una especie de estudio para tener una radiografía sobre la dispersión material del arsénico en Torreón en estos sitios y del que se podrían desprender aspectos importantes para poder entender la magnitud de la afectación de salud pública”, afirmó.
Explicó que lamentablemente, se tiene la práctica de no preguntar con qué tipo de agua se preparan los alimentos y dos, de no preparar los alimentos con agua que esté libre de elementos microbiológicos, físico químicos o metales pesados.
“Lo más delicado es que nosotros mismos como ciudadanos normalizamos las cosas. Debemos autoridad y sociedad entender y atender el problema a través de un esquema de gobernanza. Hay que estar atentos a los procesos de elaboración”, declaró.
dahh.