Tal vez la tecnología puede hacer el trabajo de impresión en un menor tiempo, ya que han superado a las viejas máquinas de la imprenta, pero nunca superaran la pasión del trabajo manual a través de equipo que tienen más de cien años y aún siguen funcionando con ese ruido de antaño, olor a tinta y humedad.
En la zona centro de San Pedro, Coahuila, aún existe el negocio Imprenta Cortinas, de Don Alberto Cortinas. Este negocio de antaño se ubica en la avenida Guerrero, en la zona centro de la ciudad.
Ahí, inmerso en esos viejos fierros, engranajes y rodillos húmedos de tinta, sigue trabajando dom Tomás "Tito" Amaya. Un hombre ya mayor que conoce las formas y la historia de este trabajo.
Tomás señala que el ruido de la vieja foliadora es música para sus oídos, maquina que afirma, tiene más de cien años y aún sigue enumerando vales, etiquetas, como anteriormente lo hacía, cuando foliaba los trabajos de la Escuela Comercial Amado Nervo y las chequeras del Banrural.
En una máquina semejante a estas, se imprimió 'La Sucesión Presidencial' de Francisco I. Madero, libro que es de los sampetrinos y que por ello también, San Pedro es llamado "La Cuna de la Revolución Mexicana".
Tomás trabaja y platica, pero siempre alerta, no quiere que su mano caiga en los pesados rodillos o en los bien engrasados engranajes. Comenta que aún tienen mucha clientela, porque cualquier trabajo que hacen, lo realizan con pasión y de calidad.
"Invitaciones, vales, etiquetas, tarjetas de presentación, aquí las hacemos, tenemos la imprenta ya un poco más moderna, no del todo, pero aún funciona bien, qué decir de la foliadora, mi máquina favorita porque al trabajar con ella, es como si fuera una extensión más de mi cuerpo".
Dice que es cierto que con una computadora y una impresora moderna, se pueden hacer estos trabajos, pero asegura que con sus máquinas, queda la sensación de ser parte de ellos y al entregarlos, la satisfacción es inigualable.
EGO