Dado que el precio del kilo de tortilla se ha encarecido a 24 pesos en la mayoría de los negocios, es una situación que ha afectado al bolsillo del consumidor, y eso ha permitió el auge de tortillerías informales que fabrican tortillas de baja calidad que pudieran estar consideradas como “pirata”, en la región lagunera, lo que además de impactar en las ventas de los negocios formales también podrían representar un riesgo para la salud.
La tortilla es uno de los alimentos principales y el aumento en el precio fue provocado por varios factores, como el aumento en el precio del maíz y los insumos, como el gas, así como por la especulación ante el conflicto entre Rusia y Ucrania.
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Tal parece que las llamadas tortillas “piratas” o tortillerías “piratas” se han convertido en una opción más accesible para las familias mexicanas, porque las adquieren a un costo menor, pero los propios dueños de negocios formales explicaron a MILENIO cuáles son los riesgos que implica el auge del mercado informal de tortillerías clandestinas, tanto para la industria formal como para la salud de las y los mexicanos.
En un recorrido por algunas tortillerías de la Comarca Lagunera, de acuerdo con los responsables, ellos están integrados en una asociación, lo cual es mejor porque se apoyan unos con otros con el fin de producir un producto de calidad.
Pedro, responsable de una tortillería ubicada en la colonia Santa Rosa, dijo que obviamente no se pueden arriesgar a dar gato por libre, como sucede con aquellas que trabajan de manera clandestina, pero que lo cierto es que el aumento en el precio del kilo de tortillas, ha abierto la puerta a la aparición de las tortillerías clandestinas y las tortillas “pirata”.
“Vemos cómo esta situación actualmente se está dando un fenómeno en la industria en el que algunos tortilleros deciden pasar del comercio formal a la informalidad para abaratar sus costos de producción y afrontar la caída en las ventas, pero es mucho riesgo y no va con uno, que siempre ha estado en la legalidad”, dijo.
Dijo que el precio de las tortillas “pirata” que se venden en tiendas y otros negocios en esta región es mucho menor al de una tortillería tradicional, porque no cuentan con la misma calidad, ya que son fabricadas en establecimientos que no garantizan que se cumplan la normatividad sanitaria y lo hacen para abaratar los costos de producción y afrontar la caída en las ventas.
“Pero la gente debería tener mucho cuidado porque puede generar enfermedades”, advirtió Pedro.
No hay condiciones en la región para las tortillas 'piratas'
El Presidente de la Unión de Productores de la Masa y la Tortilla en Gómez Palacio, Fernando Zúñiga, informó que no tienen antecedentes aquí hasta el momento de las llamadas “tortillas piratas” reportadas al sur del país y que se hacen con puro elote.
“No hay las condiciones en la entidad para que eso suceda, porque allá siembran mucho grano para consumo humano y aquí en el norte, todo es para el forraje, aunque aquí la cuestión de la tortilla pirata sí se da, pero de forma diferente porque aquí hay industriales que no saben manejar bien su producto, no tienen cuidado con la higiene y aparte de esto, compran maíz de más baja calidad, trabajan clandestinamente, reciclan la tortilla que les quedó, se cuelgan de la luz, compran gas de dudosa procedencia, no pagan impuestos, no seguro, no pagan nada, eso es la piratería que se da de este lado, al menos aquí en La Laguna”.
Los negocios deben subir el precio o podrían cerrar
Expresó que Actualmente la Unión de Productores de la Masa y la Tortilla se conforma por 67 negocios, los cuales en su mayoría son atendidos por familiares y dejaron de ser redituables como años anteriores, ahora deben ajustarse a los costos de producción, pues de lo contrario, algunos negocios podrían cerrar.
“Por esta situación, en esta asociación voluntaria que ya tienen como unos 13 años vigente, buscamos alternativas de ayuda, de apoyo todos los de este gremio, más en esta situación que se vive actualmente”, expuso.
Dijo que en Gómez Palacio incluyendo la zona rural, existen alrededor de 200 negocios de tortillerías, “en Lerdo a veces vienen y nos visitan y los apoyamos en su caso”.
Dijo que hubo un auge considerable de tortillerías, “es que muchos se metieron a tortilleros pensando que era el gran negocio y era facilito, antes sí, pero ahora ya no, ahora lo que nos ha pegado mucho es la comercialización en todas las tiendas venden tortillas, entonces muchos intentan rescatar algo, por eso las tortillas que no se venden, las vuelven a remojar, a moler y a procesar, por lo que obviamente las vuelven a procesar, pues hay muchos trucos, como comprar maíz forrajero para abaratar costos y no los culpo porque tratan de sobrevivir y salvar su negocio pero es como hacerte Harakiri”.
Hay muchos negocios clandestinos que no están dados de alta
Es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es la encargada de vigilar, “pero hay muchos clandestinos que no están dados de alta, no están dados de alta en hacienda, no tienen registro de salubridad y asistencia, “por ejemplo, aunque no sé exactamente su ubicación, en Lerdo hay una tortillería que opera bajo un tejaban a un lado de un corral donde tienen vacas y otros animales”.
Manifestó que es la Cofepris la que debe actuar, “pero es lógico, si tú compras un producto, hay que tocarlo, olerlo y si luego de estar calientitas a la media hora tienen hebras, pues no es un producto de calidad”.
Consideró que las tortillerías es una industria que está destinada a desaparecer, “van a continuar las más grandes y las grandes cadenas comerciales donde las producen, pues lamentablemente los compañeros que tienen mayor poder adquisitivo podrán permanecer y los más pequeños irán cerrando paulatinamente”.
Aunque espera equivocarse, dado que dice que este negocio es el último eslabón de la cadena maíz-tortilla, “somos siempre los malos de la política, pero en realidad si sube el gas, si sube el maíz, la gasolina y todos los insumos, cómo mantener un precio bajo, actualmente nosotros tenemos el kilo a 24 pesos y mucha gente se queja, pero no podemos darla más barata aunque sabemos que la tortilla es el alimento base de los mexicanos, pero lamentablemente este es un negocio, no tenemos apoyo como antes y con el alza de los insumos, tenemos qué hacer los ajustes en el precio del producto final”.
Aunque el maíz es la materia prima principal, no es el insumo más caro, “sino es el gas, es el más caro, por ejemplo aquí en este negocio pagamos alrededor de 5 mil pesos a la semana, por eso digo que está destinado a desaparecer, sólo que existiera una voluntad política que nos regulara para mejorar la comercialización, porque ya no puedes vivir con las ventas del mostrador, tiene uno obligadamente que a salir a repartir las tortillas, por eso, esta industria va qué vuela para desaparecer”.
ARG