Apolonia Regalado Chávez y su hija María del Carmen viven en la colonia San Fernando de Lerdo y padecen de problemas físicos para caminar desde hace muchos años.
Los vecinos son quienes las apoyan para enfrentar las adversidades de la pobreza y falta de atención médica que hasta el momento les ha impedido conocer el padecimiento que tienen.
Hace un año Apolonia perdió a su esposo, luego de atravesar un largo periodo en su cama debido también a una enfermedad con la que venía luchando desde hace años.
Ahora se encuentra sola con su hija, con diabetes, hipertensión, pero además con un problema en las piernas que le impide caminar bien, al igual que a su hija, pero desconocen su padecimiento porque no han tenido la oportunidad de checarse con un doctor.
La soledad, el olvido, abandono y la falta de comunicación con el exterior, han hecho que no recuerde su edad así como tampoco la de su hija, sin embargo vecinos que la conocen desde hace muchos años, comentan que es posible que tenga alrededor de 70 años, mientras que su única hija alrededor de 28.
La diabetes se la detectaron hace muchos años, pero desde hace tiempo que no ha acudido con un doctor a revisarse, mientras que pasa el tiempo y la preocupación en Apolonia aumenta por la incertidumbre y temor de que en caso de que fallezca, su hija se quede totalmente sola.
El único apoyo que tiene era del programa Prospera, por el cual cada dos meses recibía 800 pesos, esto debido a que personas que decían ayudarle para llevarla por el recurso, también le pedían algo.
Apolonia Regalado vive en el número 1326 de la prolongación Galenana en la colonia San Fernando, su casa se construyó con apoyo de programas de gobierno y si bien tienen un techo firme, en la actualidad no cuentan con lo más básico, como es el alimento.
Con llanto platicó que estaba tratando de cocinar, cuando de repente no pudo sostenerse y se cayó de espaldas. “Me fui gateando hasta una silla para leventarme”.
Los vecinos por su parte, quienes son testigos de la infortuna de las mujeres, manifestaron que es necesaria la intervención de las autoridades por la difícil situación que viven, pues aunque ellos están dispuestos a apoyarlas, son muchas sus necesidades.
“Necesitan de ayuda, que las atiendan, que les den tratamiento, alguien que se compadezca de ellas, porque necesitan medicamento, control, vitaminas, algo que las nutra, un médico, alguien que venga cada ocho días, que les traigan alimento”, expresó María del Refugio Rodríguez Meraz, vecina de San Fernando.