En Oaxaca, autoridades sanitarias en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, de la Secretaría de Salud Estatal declararon la muerte cerebral de Lupita, una menor gestada después de un caso de presunta violencia obstétrica, cometido en el hospital en contra de una mujer identificada como Esmeralda , a la que le fue extraída la matriz sin su consentimiento.
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En tanto familiares de la víctima ya presentaron una denuncia en la Fiscalía General del Estado, el Consejo de Arbitraje Médico y el Tribunal Contencioso Administrativo en contra los integrantes de la cadena médica implicada en los hechos, donde están exigiendo desde el cese de la directora del hospital hasta una sanción penal y administrativa a los médicos y enfermeras responsables en los hechos.
Uriel López Martínez, esposo de Esmeralda Melisa Hernández Barranco, la mujer víctima de la presunta negligencia médica, denuncia incluso que ante sus reclamos, el propio director de ginecología del hospital Felix Ángel Quintero Michel, se justificó y aceptó que lo que ocurrió, fue un lamentable accidente.
Sin embargo, precisa que si no hubiera ocurrido un retraso en la atención médica y se hubiera actuado a tiempo, con una cesárea cuando desde la clínica se alertaba que la paciente tenían preeclampsia y la bebé tenía el cordón enredado en el cuello no hubiera ocurrido la tragedia.
Pero advierte que se dejaron pasar más de 17 horas cuando se ingresó de urgencia a Esmeralda proveniente de la clínica rural del municipio de San Jacinto Amilpas al Hospital Civil para ingresarla a un quirófano, donde el resultado fue que su bebé nació con un problema neurológico y en medio de la crisis y sin consentimiento de su esposa, le fue retirada su matriz, con el alegato que se ya había tenido dos partos.
Ahora -refiere-“ ella, mi esposa está grave, mi bebe está entubada desahuciada y nadie se quiere hacer responsables de los agravios cometidos.
La historia
De acuerdo con el testimonio de Uriel López Martínez, esposo de Esmeralda Melisa, desde el lunes en la madrugada que es referida de la clínica urbana al hospital civil, un médico internista identificado como Marco Antonio Galguera, le informan que será sometida a una cesárea porque la menor que venía en camino, tenía el cordón enredado y por más que hiciera trabajo de parto no iba a poder dar a luz por la vía normal y es trasladada al cuarto piso.
Sin embargo, hasta las 18 horas de ese mismo día, le mandan a llamar, pero una residente del servicio de ginecología, le reporta que su esposa fue sometida a trabajo de parto, y la quieran enviar a casa, en una acta voluntaria que trataron de obligar a firmar, pero se rechaza.
Y es donde denuncia, comienza a registrarse la negligencia médica , por es que es hasta que al ponerse mal, al sufrir una ruptura uterina se le interviene después de 17 horas a Esmeralda, y es cuando derivado de la hemorragia, la bebé se desprende del útero y la placenta, siendo extraída con graves daños en un estado crítico.
Según el diagnóstico, el cerebro de la bebe se afecta, porque al nacer, y salirse del útero, no recibe oxígeno y se afectan varios órganos.
La recién nacida actualmente se encuentra en la unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con oxigenación artificial, y con suministro de más de seis medicamentos y después de un electroencefalograma, los neurólogos le declaran la muerte cerebral irreversible.
Y ahora agrega los médicos le están presionando para desconectarla. “y no es justo que después de que hacen eso, nos dejan a nosotros decidir la parte más difícil y ello es un tema inhumano”.
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