Han pasado casi nueve años de que una indígena Mazateca, Irma López Aurelio, dio a luz en el pasto a unos pasos del centro de salud del municipio de San Felipe Jalapa de Díaz, Oaxaca; en aquel año, el gobierno del estado encabezado por Gabino Cué Monteagudo, ofreció disculpas públicas por negligencia médica y por recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para "lavar su error" la entidad ofreció sacar a la mujer y a su familia de la pobreza extrema, en que aún se encuentran, ya que prometieron construirle una vivienda digna, alimentación garantizada para el bebé, asistencia médica constante de calidad y una beca escolar que incluía primaria, secundaria y preparatoria; sin embargo, al día de hoy todo eso solo quedó en promesas.
Fue el 2 de octubre del 2013, cuando Irma López Aurelio entró en labor de parto y tras acudir al centro de salud, le negaron la atención, violentándole el derecho a la salud y la discriminaron por ser indígena, a nueve meses de esos hechos, MILENIO regresó al mismo centro de salud donde, una vez más, el director en turno le cerró las puertas a la mujer indígena, quien, ahora, ostenta el status de persona no grata, por haber denunciado la violación a sus derechos de parte del personal médico, así que afuera de esas instalaciones y frente a la reja que le cerró un vigilante, ella recordó aquel trágico momento.
"No me atendieron ahí, ya ves que yo llegué tempranito y ya me dijeron que caminara afuera, yo me eché a un lado, porque había campaña de vacunación hace tiempo, yo me hice a un lado y ahí se me rompió la fuente, y en enseguidita bajó el niño, porque el niño yo lo traía atravesado y esa prisa que tenía cuando yo bajé (al centro de salud)", narró.
Tras al hecho que acaparó las portadas de los principales diarios nacionales e internacionales de ese momento, el entonces gobernador de Oaxaca prometió que su vida cambiaría para bien, aunque nada de esto ocurrió "Gabino Cué me dijo que me iba a apoyar, me dijo que a mi hijo me iba a dar una beca hasta los 18 años, y hasta ahorita ahí está atorada la beca, , no se está dando seguimiento a ese caso no se preocupan de uno o de la situación que hay en el pueblo.
Foto: Carlos Abad
"Gabino Cuè ,e dijo que me iba a dar despensas, apoyo, una casa me iba a construir y un poco de beca que le iban a dar a mi hijo, y a mi hijo se le iba a dar la beca. Èl ya va a estar inscrito en la escuela, mi hijo ya salió de tercero y ya va a cursar el cuarto grado".
Irma López vive en la tercera sección de Jalapa de Díaz, en una casa de techo de lámina, sin ningún servicio digno. No tiene baño, por eso todos en su casa deben ir al monte a realizar sus necesidades fisiológicas, tampoco tienen cama dónde dormir, así que su familia duerme en el suelo, y sólo dos días a la semana cae el agua potable de la llave que tienen afuera.
Su esposo Margarito Andrés Velázquez es albañil y ella borda blusas típicas de la región de la cuenca del Papaloapan para obtener algunos recursos; debido a la pobreza extrema en que viven, la dieta de todos se basa en huevo, frijoles, arroz, tortilla y chile, y les va bien una vez al mes, cuando matan a una gallina, solo así comen.
Aquel niño que nació en el pasto se llama Sabino Salvador, hoy tiene 8 años y en menos de dos meses (2 de octubre) cumplirá los nueve, apenas recién concluyó el tercer grado y su principal ocupación es bordar ropa típica para ayudar a su mamá a obtener ingresos, si lo hace rápido, en sus tiempos libres puede jugar carritos con su hermano Braulio de 12 años o a las escondidas con su hermana de 13 años María Isabel y aunque le gusta el fútbol no puede patear un balón, debido a que sus padres no tienen dinero para comprarle una pelota ni él zapatos.
¿Por qué Jalapa de Díaz no tiene hospital?
Para resaltar la carencia en infraestructura hospitalaria en la zona indígena Mazateca, hay que remontarnos al gran "elefante blanco" en que se convirtió la magna obra del entonces gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortíz, quién invirtió inicialmente 80 millones de pesos para comprar un terreno y edificar un hospital de 30 camas en Jalapa de Díaz, aunque la falta de barda perimetral y vigilancia, aunado a la complacencia de las autoridades locales en turno, lo llevaron a un mayúsculo saqueo de cobre, anaqueles, mobiliario, plafón, camas, cuneros, climas, bombas de agua, tubería, baños, material médico y quirúrgico, entre otros, y por ende jamás se echó a andar dicha obra que se esperaba, acabaría con el rezago en materia de salud de la zona.
Foto: Carlos Abad
Apenas, en 2017, ese hospital de Jalapa de Díaz tenía el estatus en construcción de “obra nueva” y se encontraba en proceso con la clave CDN-6870/OAX-611/15, de acuerdo con el reporte de la Dirección General de Planeación y Desarrollo en Salud, del Plan Maestro de Infraestructura Física en Salud (PMI), y para 2018 la obra presentó una nueva clave: CDN-6870/OAX-611/15 y nuevo estatus: “suspendida”, sin que existan modificaciones en el costo estimado en su inversión: 18 millones de pesos con los que se equiparía con cinco consultorios, área de urgencias, un quirófano, 12 camas de hospitalización y un laboratorio clínico.
En consecuencia cualquier persona originaria de la zona indígena Mazateca, tienen que viajar 60 kilómetros al norte para llegar a la cabecera distrital Tuxtepec, Oaxaca para recibir atención médica en el único hospital de la región, porque en Jalapa de Díaz el centro de salud se limita a dar consultas, ya que no cuenta con personal especializado, ni camas para atender pacientes.
Foto: Carlos Abad
Pero, para Irma y su familia, es centro de salud tampoco es poción pues por su demanda de atención digna contra el sector salud, en ese centro es considerada persona no grata, por lo que deben acudir constantemente a médicos tradicionales: curanderos, parteros y hueseros de lo contrario debe viajar una hora y media o 60 kilómetros hasta Tuxtepec, Oaxaca para ser atendida por médicos particulares, aunque en términos generales no hay dinero que alcance para viajar, ni pagar esos servicios.
ledz