En la Sierra de Oaxaca, en el municipio de San Pablo Guelatao, se aplican tecnologías agroecológicas para producir granos básicos y alimentos, reduciendo con ello las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Además, se generan empleos para arraigar a la gente en sus comunidades de origen, evitando además la migración campesina a los Estados Unidos.
El presidente municipal de San Pablo Guelatao, Aldo González, detalló que a partir de este año comenzó un programa de cultivos sustentables, por lo que ya se cuenta con 100 parcelas demostrativas, donde se aprovecha el agua en los bosques y selvas bajas caducifolias mediante un sistema de riego de gravedad para producir alimentos y maíces diversos en la zona.
Indicó que el plan de desarrollo agrícola ecológico se ha propuesto al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, mismo que ha visto con buenos ojos que se pueda incentivar el proyecto en las comunidades serranas de Oaxaca y en otras partes del país como modelo exitoso.
El también dirigente y asesor de diversas organizaciones y colectivos destacó que el motor de la matriz cultural mesoamericana y de Oaxaca es la milpa, que hoy en día es capaz de reducir el cambio climático.
“Urge un cambio de paradigma. A nosotros, nuestros abuelos, nos enseñaron que no es más rico el que tiene más dinero, sino el que menos necesita, por eso nos preocupa la propuesta de que quien contamine, pague”.
Actualmente, el rendimiento por parcela es de 50 a 100 kilos de maíz, pero se está buscando elevar la producción para que pueda ser de autoconsumo local y regional.
González precisó que Oaxaca se distingue por la variedad de maíz que se cultiva en sus tierras, un elemento que destaca por su historia, diversidad y versatilidad culinaria; en sus regiones se generan 35 de las 220 razas que prevalecen en América Latina, y en la Sierra Norte se generan al menos siete de estas variedades.
Destacó que la lucha por la defensa de los maíces criollos por parte de los pueblos y comunidades de Oaxaca también ha servido para frenar la introducción de maíces transgénicos al país, más cuando ya está comprobado que esta alteración genética en el maíz produce daños irreversibles al ser humano, como el cáncer.
Afirmó que el plan de rescate de los maíces y preservar el medioambiente ya es una propuesta sólida construida en las asambleas comunitarias de los pueblos indígenas que han sido apoyadas por comunidades zapotecas y chinantecas de la Sierra Juárez, donde en un afán de reconstituirse como pueblos han conformado dos asociaciones regionales de autoridades municipales y comunitarias: la Unión Liberal de Ayuntamientos del Distrito de Ixtlán-Asociación Regional de Municipios del Distrito de Ixtlán y la Asociación Regional de Comunidades Indígenas del Pueblo Xhidza y Xhon de la Sierra Juárez.
EHR