El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, descartó aumentar su seguridad personal pese al clima de inseguridad que atraviesa la entidad, después del "Jueves Negro".
Aunque es consciente del alcance que tienen los grupos criminales quienes el pasado jueves 5 de enero realizaron bloqueos, quemaron vehículos, causaron varias bajas a militares y un estatal durante los enfrentamientos con las fuerzas federales, el mandatario no prevé medidas adicionales.
Dijo que no tiene miedo y este fin de semana realizó sus actividades normales, sin temor a sufrir agresión alguna.
“Ayer fui a desayunar a un restaurante público, no quiero que tomemos mayores medidas de seguridad, no tengo reforzamiento de seguridad y que se sepa que vamos a seguir aquí exponiéndonos igual que la sociedad, no tengo miedo, ya viví mucho”, enfatizó el mandatario estatal.
Aseguró que ha estado atento a la necesidad de las personas que se han visto afectadas por estos hechos lamentables.
Aseguró que el gobierno que encabeza dejó claro que tiene capacidad de reacción ante hechos de alto impacto, a diferencia de la administración anterior que no contaba con una estrategia para actuar en estos casos.
“Tenemos capacidad de reacción para esto, por eso cuando ocurrió se acudió al penal para evitar cualquier situación, cuando hubo actos de rapiña en los supermercados nos coordinamos con la fiscalía para hacer un operativo… tenemos capacidad y estamos coordinados con el gobierno federal”, expresó.
Reconoció que después de la jornada de violencia que vivió el estado el jueves 5 de enero se ha registrado un repunte en el despojo de vehículos, pero dijo que ya se está actuando en consecuencia.
“Se están llevando vehículos nuevos, hay zonas donde pueden estar vehículos nuevos, cerca de La Costerita y la Primavera, pero estamos desplegando un operativo para ello”, afirmó.
Finalmente, dijo que se continuará brindando apoyo a la comunidad de Jesús María, la cual quedó en medio del fuego cruzado durante la detención de Ovidio Guzmán López.