Las historias son todas dolorosas y exhiben la crueldad de los hombres y también de las instituciones. Pero la lucha de la colectiva Madres Poderosas marcó un precedente y este domingo 3 abril se instituyó en Torreón el ‘Día conmemorativo para las Víctimas de Feminicidio’, contando con la asistencia de representantes del cabildo y la tanatóloga Erika Ramírez, quien acudió en representación de la asociación Casa del Alma.
Con una ceremonia en el antimonumento que las activistas colocaron en la prolongación de la calzada Colón esquina con bulevar Revolución, este domingo se concentraron para recordar a las mujeres que perdieron la vida de manera brutal a pesar de que tuvieron la oportunidad de buscar ayuda, y en algunos casos, denunciar la violencia que vivían en sus domicilios.
Es el caso que refiere Rosa María Rocha González, mamá de Dana Milagros Cigarroa Rocha, joven mujer que fue asesinada el 11 de octubre del 2015, aseguró que el primer logro obtenido como Madres Poderosas es en sí mismo el haber formado la colectiva, porque guiadas por las activistas feministas que integran la Red de Mujeres de La Laguna, han podido visibilizar los hechos y abrirse camino para pedir justicia para sus hijas, víctimas de feminicidio.
“Desde un principio mi hija hizo una denuncia en el Centro de Justicia para la Mujer en Torreón. Ella entonces fue para pedir protección porque estaba siendo amenazada de muerte; él le decía que iba a agarrar un cuchillo y que la iba a matar. Se los hizo saber en el Centro de Justicia y el expediente que les hacen para seguir el proceso, lo elaboran para divorciarla y no para darle la protección que ella fue a pedir”.
“Ella les dijo que tenía miedo que él se enterara que se iba a divorciar y que la asesinara porque él no quería que lo dejara, pero a ella la regresaron a la casa con la papelería de un divorcio y no con la protección que ella requería. Ella levantó la denuncia el 19 de mayo del 2015. Pasaron cinco meses y en octubre la asesina exactamente con ella les había comentado en el Centro de Justicia para la Mujer en Torreón. Ella pidió protección pero la mandaron a su casa con un trámite de divorcio”.
Oficialmente se dio el reconocimiento del gobierno municipal, instituyendo el 3 de abril como el Día conmemorativo para las víctimas de feminicidio. En el programa se reiteró el acompañamiento y apoyo que en representación del alcalde Román Alberto Cepeda González dieron la secretaria del Ayuntamiento, Natalia Fernández, quien fuera titular del Centro de Justicia para la Mujer en Torreón, así como Blanca Álvarez Garza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Equidad de Género en el Cabildo.
Paso de lista
Tras las presentaciones, en el memorial se dio lectura a la lista de las víctimas de feminicidio acaecidas en la Comarca Lagunera, pidiendo la reparación y justicia a una sola voz por las chicas que han sido visibilizadas pero también por aquellas que han sido exterminadas y no encontraron justicia aplicada por la autoridad ni a una asociación que luchara por la defensa de sus derechos después de perder la vida.
Enseguida las integrantes de la colectiva Brujas de la Calle, ofrecieron consignas feministas: “Van a volver, van a volver, las balas que disparaste van a volver, la sangre que derramaste la pagarás, las mujeres que asesinaste no morirán”.
Como parte del programa la señora Rosa María Rocha tomó el micrófono y reiteró que el mayor logro durante los años transcurridos fue el haber creado, de la mano de la Red de Mujeres de la Laguna, la colectiva Madres Poderosas, que hoy lucha porque las muertes violentas cometidas contra las mujeres y las niñas se tipifiquen en la región como feminicidios y no como un uxoricidio, como ocurrió en el caso de su hija Dana Milagros.
“Ella presentó una denuncia el día 19 de mayo de 2015 en el Centro de Justicia pidiendo protección y no que le hicieran un escrito o un papel donde a ella me la ponen como que me la quieren divorciar, y ella no fue a que me la divorciaran, ella fue a pedir protección y ella no salió con esa protección que ella buscó. A los cinco meses a ella me la asesinan exactamente como aquí (en documentos) ella relata y les hizo ver en el Centro de Justicia donde trabajaba la licenciada Natalia (Fernández), donde algún día me dijo: ‘Yo conocí a tu hija’... hubiera preferido que no me la hubiera conocido, porque no me la apoyó como debió haber sido en ese momento, que ella pidió”.
Valiente y evidentemente enojada ante la negligencia de las autoridades, Rosa María le recordó a Natalia Fernández que su hija murió como les había dicho que era amenazada. Su pareja en un arranque de ira tomó un cuchillo, lo enterró en su cuerpo y la mató.
A José su yerno le quito a su esposa e hija
El cierre del programa lo realizó José Remedios Cruz, padre poderoso que se integró a la colectiva después de que un hombre violento mató a su hija y a su esposa. La espiral de violencia lo alcanzó en los Estados Unidos luego de que le informarán que su yerno las asesinó brutalmente en el fraccionamiento La Perla, en Torreón.
Este ejercicio ciudadano, que buscará el reconocimiento del 3 de abril no sólo en Torreón sino en las cinco regiones de Coahuila, cerró con la participación de la tanatóloga Erika Ramírez, con unas palabras de aliento para las víctimas secundarias, es decir, para las familias que han perdido a una de sus integrantes de manera violenta.
“A nombre de Susana Dingler, maestra y fundadora de Casa del Alma, estoy aquí en representación. La muerte llega y el sentido de la vida se va pues es una realidad que nadie nos prepara para vivir la muerte de un ser querido. Cuando escuchamos la noticia de que murió la crisis nos atrapa y empezamos a vivir en la confusión y el sufrimiento; llegamos a pensar que nunca vamos a salir de ésta y es aquí donde la vida nos presenta dos caminos.
“Uno es el de resignarnos, hundirnos en la conmiseración o victimización y cruzarnos de brazos culpándonos por lo que según nosotros no hicimos bien. El segundo es el de reasignar, buscándole un significado al dolor, es decir, transformando el dolor en amor, la muerte nos hace que el dolor por el asesinato de las hijas rebasa la capacidad de entender esta vida. La muerte por sí sola no tiene sentido, es lo que se hace con la pérdida lo que le da sentido a la vida”.
Erika Ramirez dijo que se trata de tomar la decisión de dónde voy a poner ese dolor, ya sea en el cuerpo, haciendo con ello que nazca una enfermedad por las emociones que no expresamos, o el caminar firme y feliz porque se tuvo el privilegio de tener ese ser que nos hizo sonreír.
aarp