Con un panel de expertos enfocados en visibilizar la inseguridad que genera el consumo o suministro de agua en la Comarca Lagunera, la Facultad de Medicina fue sede del Primer Simposium Internacional con el lema “Inseguridad del agua en La Laguna: una nueva visión de contexto”.
Tras la bienvenida de las autoridades en la que participaron Salvador Chavarría Vázquez, director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila y Camilo Contreras Delgado, director del Colegio de la Frontera Norte, Región Noreste, se dio espacio para la ponencia “Resultados de inseguridad hídrica en el hogar, en zonas urbanas de México”.
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Fue la doctora Wendy Jepson, del Departament of Geography, Texas A&M University, quien estableció que para realizar un trabajo global se han acopiado 8 mil 127 entrevistas o censos en todo el mundo, es decir, en 32 comunidades ubicadas en Indonesia, África y América Latina, entre otros, aplicando un total de 32 preguntas, que para crear un indicador que refleje la inseguridad hídrica fueron reducidas a 12.
En México, la muestra se recogió en Torreón, en 10 zonas habitacionales, censando 250 domicilios en tiempo de sequía y posterior, en tiempos de lluvia, monitoreando el sistema de abastecimiento de agua del hogar, es decir, si corre por tubería, o es embotellada, si la familia cuenta con agua incluso prestada o por el contrario, se está en una posición de prestar o intercambiarla.
“En nuestro estudio aquí en Torreón hay 42 por ciento, con inseguridad hídrica”.
Reiteró que no analizó la calidad del líquido sino los factores sociales y económicos que giran en torno a su dotación.
Por su parte, la doctora Genny Carrillo de Texas A&M University, precisó que en Torreón se vio una oportunidad de poder aplicar una propuesta que se hizo en colaboración entre Texas A&M y el Conacyt.
“Yo he estado colaborando anteriormente con el doctor Felipe Uribe que es del Colef (Colegio de la Frontera Norte) en Piedras Negras, y fue en base de esas colaboraciones y por la situación de La Laguna fue que se manejó que se iba a hacer aquí ese estudio. Otra cosa muy importante son los estudiantes de medicina, ellos fueron clave para nosotros porque ellos fueron a las comunidades a preguntarle a las personas y la mayoría fue muy amable”, precisó Carrillo.
La inseguridad se mide a través de valores como la accesibilidad, dependencia, seguridad y que se sepa qué elementos tiene el agua, sin evaluar factores de toxicidad pero en cambio sino la percepción ciudadana en torno a la disponibilidad para cocinar, saciar sed, limpiar casa, e incluso para lavarse las manos y beber antes de dormir.
Por ello se evaluó además la idea de cambiar de domicilio ante el desabasto. Para el análisis se determinó como un criterio preponderante el bajo nivel económico.