Con la pandemia, la muerte de un ser querido ha representado la imposibilidad de realizar un servicio funerario, sin embargo, el uso de la tecnología ha sido una forma de estar presente a pesar de no están autorizados los velorios en general. Mariana Serna, gerente de Mercadotecnia de Funerarias ‘Serna’ señala que, las “Misas Virtuales”, han permitido que la familia se sienta acompañada a la distancia.
“Igual que todos los negocios actualmente, tuvimos que adecuarnos. La pandemia está representando retos con los clientes que acuden para realizar los servicios funerarios de sus familiares. Ante este reto a nivel emocional, decidimos poder transmitir en línea y en vivo las misas a través de la página de Facebook, pero se trata de un grupo privado e ingresa solo quien el círculo primario lo permite”, afirma.
Señala que los comentarios que se plasman en la transmisión se pasan a los familiares, sí se siente una energía distinta al saber que tras la cámara hay personas acompañando, que están dando un abrazo a la distancia.
Comparte que las primeras transmisiones se realizaron a finales de abril, inicio del mes de mayo, se trata de un espacio de despedida.
“El duelo es muy importante para el ser humano, el recibir el cariño de las personas, el abrazo, la solidaridad. La funeraria está considerada punto de riesgo y hay restricciones por parte de las autoridades sanitarias para cuidar a la población”.
Es mucha la cercanía física dice, la que se tiene en un espacio como este y sí comenzó a resultar ser problema la situación, ya que la ciudadanía, además de estar estresada por la cuarentena, por la economía, el miedo al virus, tenían que enfrentar un fallecimiento en la familia sin despedida, sin nada de lo que anteriormente se hacía que era el velorio, la misa y los servicios de inhumación acompañado de familiares y amigos.
En este momento no están permitidos los velorios, las personas, su círculo primario, se despide del familiar cuando no es muerte por covid-19 en el hospital o aquí, pero no más de cinco personas. Pasaron a ser funerales de más de 24 horas, a no más de 5 a 10 minutos por persona.
“Con todo y que la gente está informada y lo entiende, a final de cuentas los ves muy afectados, hay mucho coraje, tristeza, frustración e impotencia. Entienden pero quisieran que las cosas fueran diferentes. Entendemos por lo que están pasando, en mi familia pasó también, pero hay un reglamento que se tiene que cumplir. El personal y la familia tuvieron que capacitarse en tanatología, desde antes de que se presentara la pandemia. Somos empáticos”, concluye.
AARP