Desde pequeño, Aldo Reyes Jacobo supo el significado de necesidad, pero también aprendió el valor de la solidaridad, de ayudar, aportar, mejorar en conjunto, siempre con la costumbre de buscar el bien común de su comunidad y de todo el país.
Estudió el nivel básico en escuelas de gobierno, por su cercanía y su costo, instituciones que llegaron a carecer de algunas cosas materiales, pero con lo suficiente para que su mente se abriera el camino al desarrollo profesional a pesar de su condición económica o social.
Siempre le ha gustado participar en actividades académicas dentro del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Coahuila (CECyTEC) en el Ejido Coyote del municipio de Matamoros, algo que dio la oportunidad tiempo después de pulir y aplicar en proyectos sociales reales.
Así forjó un carácter de liderazgo y participación ciudadana. Se dio cuenta que podría ser candidato a una beca para estudiar en una de las universidades más grandes de la región.
Mientras iba leyendo los requerimientos para ser prospecto, se fue dando cuenta que no perdía nada con intentarlo, además cubría muy bien los requerimientos.
Luego de ganarse un lugar para ser parte de los ‘Líderes del Mañana’ con una beca al 100 por ciento para estudiar en Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Laguna, Aldo Reyes no se quitó de la mente la oportunidad que tenía para apoyar a su comunidad mientras se desarrollaba profesionalmente.
Ahí, nunca imaginó que el idioma inglés le abriría las puertas a más aprendizaje y a otras formas de comunicación, sin embargo su realidad era como la que pasan millones de jóvenes que se enfrentan a la dificultad de aprender una lengua nueva en México en una escuela de gobierno y más desde su hogar, en el ejido matamorense La Libertad.
“Al ser de comunidad rural me doy cuenta que las necesidades son muchas y son menos las oportunidades que hay para una comunidad como en la que vivo, rural y alejada. Cuando entro al ITESM, me doy cuenta que prácticamente no sabía inglés, lo cual vi como un área de oportunidad y estoy por terminar el curso completo”, señala.
Por tal motivo, con la fuerza de voluntad que caracteriza a este joven, no sólo supo dominar el idioma, sino que de inmediato planteó un programa ante la necesidad vivió en carne propia las carencias educativas y buscó abrir las mentes de niñas y niños que vieran la gama de opciones que se ofrecen fuera de la comunidad.
No dudó en apoyar como lo hicieron con él, a educar como siempre tuvo el sueño de hacerlo.
Así desarrolló el proyecto “English for Everyone”, con el que desde hace tres años en las vacaciones de verano lleva, junto con otros compañeros, clases gratuitas para niños y niñas de comunidades alejadas.
Aunque los cursos constan de clases por un lapso de tres semanas, el objetivo del programa es además de reforzar la enseñanza que se lleva en clases regulares, es “mostrarles que hay un sin fin de oportunidades fuera de su comunidad, a buscar desarrollar en ellos sueños y metas; les decimos que somos ejemplo de ello”.
Actualmente Aldo va en Noveno Semestre de la carrera de Ingeniería en Bionegocios y aunque está por terminar sus estudios, asegura no dejará de lado lo que un día empezó como una idea y que en promedio ha atendido a más de 150 niños y niñas de nivel primaria.
“Al salir seguiré buscando desarrollarme profesionalmente con una maestría y algún doctorado, sin dejar de lado este proyecto apoyando en lo que pueda a quienes participan, pues creo que el éxito de una persona depende el éxito que tengan las personas a su alrededor”.
Aldo dice ser de los que piensan que hay que trabajar por México, que se tienen que crear más oportunidades quien así lo necesita.
Asimismo considera que la participación de los jóvenes ante proyectos sociales es considerable, sin embargo topan con el muro a la hora de no decidir cuándo dar el primer paso de su idea.
“Veo que en la actualidad los jóvenes tenemos muchas ideas y proyectos para mejorar su entorno, pero a veces lo que les falta es realizar el primer paso para llevar a cabo ese proyecto. Creo que hay mucho talento y oportunidades pero también debemos a atrevernos a empezar y no parar de trabajar en ello”.
¿Qué tanto se requiere la participación de los jóvenes en acciones a favor de las comunidades más necesitadas?
Muchísimo, pero es cuestión de trabajar con constancia y disciplina porque siempre he dicho que trabajando con esta fórmula, las demás cosas van llegando por añadidura.Las oportunidades a veces se buscan a veces llegan solas, todo como resultado de tus acciones.