Diez meses después de que las familias afectadas por la explosión de un ducto clandestino de gas LP, en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, se quedaran sin su patrimonio, finalmente el gobierno del estado entregó las viviendas prometidas, menos 3. Lo anterior luego de que el gobernador Miguel Barbosa diera a conocer que 2 construcciones quedarán vacías, ya que sus dueños presuntamente habrían provocado el incidente, en cuanto a la tercera tampoco será entregada, pero en este caso porque el titular falleció y aún no se definen los derechos sucesorios entre los familiares herederos.
Por otra parte, el ejecutivo estatal encabezó la entrega de 22 casas pertenecientes a las familias que fueron reubicadas, ya que sus hogares se encontraban en una zona de riesgo y entregó 28 llaves y títulos de propiedad de las viviendas reconstruidas en la junta auxiliar; los inmuebles de ambas zonas constan de 3 recámaras, 2 baños, sala comedor, cocina y cochera.
El gobernador refirió que en el caso de las familias reubicadas ahora cuentan con su acta de recepción con la que ya pueden habitar las viviendas y será en próximos días cuando les será entregado el título de propiedad.
"Esta es su casa disfrútenla, es un patrimonio, para su familia tengan confianza en que también se puede gobernar con buena fe nunca para beneficios personales y trabajar con la sociedad de buena fe eso es lo que hizo hicimos ante la tragedia que se vivió ese 31 de octubre" declaró.
Durante la entrega de éstas casas Leonor Vargas, directora general de Sistema Estatal para Desarrollo Integral de la Familia, recordó las acciones que se realizaron en los primeros momentos tras la explosión registrada, destacó que aunque los ciudadanos no confiaron en que se iba a cumplir hoy se les devuelve un patrimonio.
"En algún momento dijeron que eran palabras, pero que no se iba a cumplir como ocurría en otros gobiernos sé que ahora están muy emocionados y felices por lo que está ocurriendo", comentó.
En este sentido, a decir de Beatriz González, una de las beneficiarias, comentó que aunque las nuevas viviendas son más pequeñas ya no tendrá necesidad de rentar en otro sitio y ahora los $1,900 pesos que pagaba de alquiler los usará para abrir de nuevo la tienda que tenía hasta antes de la explosión.
"Somos 8 personas las que ahora vamos a vivir aquí, tienen todos los servicios, pero perdí todo lo de la tienda y ahora tenemos que empezar de nuevo pero esto, aunque tardó, ya es un apoyo", declaró.
De igual modo, Austreberta Vicuña, compartió que el miedo a vivir una situación como la de hace un año sigue, sin embargo ahora tendrán más cuidados y se apoyaran entre vecinos para evitar que se repita este acontecimiento.
"Si tenemos miedo de que vuelva a suceder algo así porque ya lo vivimos, vamos a cuidar la zona para que no vuelva a suceder esto", expresó.
La mayoría de estas familias se mudarán en aproximadamente un mes, después de adaptar sus nuevos hogares a sus necesidades y realizar el contrato con la Comisión Federal de Electricidad y contar con el servicio.
CHM