Escuelas de Jiquipilas y Cintalapa, aún con daños

Dos años de los sismos

Chiapas. Luego de 730 días, aún se observan afectaciones por el temblor del 7 de septiembre de 2017.

En Cintalapa y Juquipilas, zonas donde los sismos de septiembre dejaron daños importantes. (Especial | Archivo)
Abraham Jiménez
Chiapas /

Han trascurrido 730 días desde el sismo del 7 de septiembre de 2017. Desde entonces, las condiciones de los afectados han cambiado poco a poco, pero aún se observan los vestigios de los daños.

En el municipio de Jiquipilas se encuentra la Escuela Primaria Emilio Rabasa, la que aún, a dos años del terremoto, está en malas condiciones.

Este plantel fue dictaminado con riesgo alto por los daños del sismo, pero aún no ha sido demolido, incluso ni tienen fecha para ello, menos aún para la reconstrucción de las seis aulas que se dañaron.

“Las aulas siguen vacías, porque luego del sismo de 2017 el techo resultó dañado, lo que es un peligro para los alumnos, por eso no las estamos utilizando. Se usan los salones que están en la parte posterior del plantel”, dice don Gilberto, padre de familia.

Los niños reciben clases en aulas acondicionadas, pero aun así no son óptimas. Esperan que el gobierno federal los tome en cuenta para que tenga los salones lo más pronto posible y así puedan tener el plantel adecuado para dar clases a los niños.

Carlos Calvo Martínez, alcalde de Jiquipilas, indicó que en el municipio 2 mil 753 viviendas resultaron con daño total, 3 mil 448 con afectación parcial y mil 610 no fueron censadas.

Actualmente siguen los censos en las comunidades donde la pasada administración no los hizo, localidades en las que hubo daños pero por alguna razón no lograron incluirlas en las cifras de Sedatu para beneficiarse del apoyo gubernamental.

En tanto, en el municipio de Cintalapa se encuentra la Escuela Primaria Valentín Gómez Farías, en la que se cumplen dos años de recibir clases en aulas improvisadas.

Por los daños severos que presenta el plantel, los padres de familia y docentes acordaron que los niños tuvieran que salir del lugar y refugiarse en el domo de un parque y recibir clases ahí.

Los familiares solicitaron a las autoridades que les brindaran materiales para construir aulas improvisadas. De esa forma la autoridad municipal del trienio pasado los apoyó con madera y lonas, solo se organizaron en la mano de obra y construyeron al menos 10 salones en los que atienden a 300 niños.

“De esa manera están recibiendo clases en un lugar que no es el indicado para ello. Imagínese, ayer pasó un fuerte remolino y si los niños hubieran estado aquí, no sé qué hubiera pasado.

“Los baños están deteriorados y en las aulas no se escucha bien lo que los maestros dicen, porque se distorsiona el sonido”, asegura Margarita, madre de familia.

Los docentes y padres de familia marcharon ayer para exigir que sean atendidos por las autoridades correspondientes y que sean apoyados para la reconstrucción de sus aulas.

Aunque tienen la promesa de que recibirán ayuda, tienen la incertidumbre de cuánto tiempo pasará para tener las aulas adecuadas para los infantes.

En Cintalapa alrededor de 20 escuelas resultaron dañadas, de las cuales cerca de 70 por ciento han sido atendidas, en tanto en otras aún faltan los trabajos de reconstrucción o de demolición.

Asimismo, se tiene el registro de 6 mil familias con daños en sus viviendas, de los cuales aún cerca de mil no han sido atendidas; se espera que en el nuevo censo sean tomadas en cuenta.

El temor a un sismo devastador continúa en el corazón de los chiapanecos, quienes no olvidan aquel fatídico 7 de septiembre.

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