El derrame de hidrocarburo ocurrido la noche del miércoles 8 de noviembre en el arroyo Mezcalizapa, ubicado en el municipio de Ixhuatlán del Sureste, Veracruz, ha ocasionado la muerte de diversas especies marinas, tales como peces, tortugas, ranas y algunas serpientes.
Actualmente, el personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) trabaja en la reparación del ducto dañado, aunque el persistente olor a crudo aún impregna la zona.
Se desalojaron a más de cien familias de dos colonias situadas en las cercanías del arroyo, cuya contaminación se ha extendido a lo largo de tres kilómetros.
Los afectados pasaron la noche en un campamento improvisado a la orilla de la carretera transístmica, no muy lejos del lugar del derrame, donde se alimentan y descansan mientras se disipa el olor.
Sara Rodríguez, de 68 años, relata que el fuerte olor se intensificó después de las 19:00 horas en su hogar de la colonia Unión, siendo una de las primeras en abandonar su vivienda debido a malestares físicos.
“Mucho ardor en el estómago, las manos se entumieron, yo si sentía molestias en la nariz y la garganta, yo sí me sentía mal, me llevaron enseguida a la casa de mi hija porque yo soy hipertensa y me puse mal”, narra la señora.
En la zona del incidente, los trabajadores de Pemex y una empresa subcontratada se centran en cambiar el tramo del ducto averiado, encargado del transporte de petróleo crudo.
Simultáneamente, otro grupo coloca barricadas en el arroyo para evitar que la contaminación alcance el río Coatzacoalcos, que desemboca en el arroyo Mezcalizapa.
En el campamento de las familias, proporcionado por las autoridades municipales, se encuentran alimentos, agua y artículos necesarios. No podrán regresar a sus hogares hasta que finalicen los trabajos de remediación.
“Somos como 150 personas en 100 casas y todos salimos corriendo como pudimos ahí dejamos todo, ahorita estamos aquí porque es un punto donde siempre nos reunimos cuando hay una contingencia como un sismo o si el arroyo se desborda, pero esta vez nos tocó por el derrame y pues aquí estaremos todos organizados”, indicó Melchor Bustillo, jefe de colonia.
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Apolonio vio morir a varias especies marinas
Apolonio, testigo de la tragedia, muestra una tortuga de tipo pochitoque y relata que encontró peces muertos, ranas cubiertas de chapo y serpientes sin vida en la orilla del arroyo.
Logró rescatar a dos tortugas de las ocho halladas inertes por la contaminación. En su hogar, cuida de las tortugas mientras se liberan del crudo que absorben al nadar.
Incluso en el patio de su hogar, colocó algunos trastes con agua donde cuida de las tortugas mientras se liberan del crudo que absorbieron sus cuerpos al nadar.
“Las tortugas estaban todas llenas de chapo, por ahí andan otros pochitoques llenos de chapo que ya no pude rescatar, pobrecitos animales, les tocó morir por esta contaminación”, exporesó y lamentó.
Saca una tortuga del traste para cambiarle el agua que ya luce aceitosa, mientras vigila que sus aves domesticas no se acerquen al agua, donde normalmente acostumbran acudir a beber.
Durante el recorrido que se realizó se visualizaron algunos peces muertos, así como una pequeña serpiente, lo que confirma lo dicho por Apolonio.
Esta es la segunda contaminación que se registra sobre el arroyo en los últimos meses, aunque la primera no provocó tantas muertes de especies como ahora, dice Apolonio.
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Protección Civil supervisa trabajos
Protección Civil Municipal y Regional supervisan las labores y verifican las afectaciones en el arroyo, cubierto de crudo en arbustos y pasto.
El color del agua ha cambiado de transparente a café en algunas áreas y es negro y aceitoso donde se acumula más crudo.
Como medida preventiva, se suspendieron clases en algunas escuelas donde el olor era perceptible: COBAEV 21, Escuela Primaria Cuitláhuac y Jardín de Niños Manuel Acuña de la ciudad.
Los pobladores insisten en no regresar a sus hogares hasta que la zona sea saneada. Exigen a las autoridades municipales que exijan a Pemex una completa remediación del arroyo y que asuma responsabilidad por los daños ambientales.
MO