El obispo Raúl Vera López, de la Diócesis de Saltillo, expuso que el gobierno norteamericano quiere que México cuide la frontera sur para impedir el paso a los migrantes, lo que calificó como injusto.
Explicó que debido a que la Nación representa una gran franja fronteriza con los países de centro y sudamérica para el Gobierno de Estados Unidos, el país vecino busca amenazar y poner presión mediante las medidas arancelarias.
Advirtió que ya no se tiene sólo migración de los países bajos, sino que también están llegando de lugares más lejanos como África, que buscan ir a donde se concentra la mayor parte de la riqueza mundial.
“Quieren llegar a los lugares donde están los corporativos de las empresas que van a desmontar a los países más pobres, Estados Unidos o países europeos son los que se llaman desarrollados y son a dónde se van los mayores capitales”, expresó.
Monseñor Vera destacó que no es militarizando la frontera cómo se resolverá el problema migratorio, sino que es con Justicia como se puede erradicar.
“Todo lo que sea seguir combatiendo injusticias hacia los habitantes de la tierra, de esta región. La injusticia y la desigualdad nos lleva a una violencia que no va a tener límites, el mundo está acomodándose de una manera muy peligrosa para el futuro”, precisó.
Indicó que el problema de la pobreza en el país deriva del periodo de 75 años de gobiernos neoliberales, que ha generado políticos que se han dedicado a vender al país, los recursos naturales y a las personas.
“Estamos a Merced del gran capital internacional que ha hecho desbarajuste y medio en nuestro país, han permitido que se anule nuestro mercado interno, nuestra producción interna, que se anulen nuestros sistemas financieros, las leyes que protegen al trabajador, las leyes que protegen el medio ambiente, esto viene prácticamente del Tratado de Libre Comercio”, subrayó.
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Demanda de Grupo Ecolimpio
El Obispo de Saltillo aseguró que hasta hoy no tenía notificación sobre la denuncia que Grupo Ecolimpio interpuso en su contra por difamación y daño moral, tras alertar a la población de supuestas explosiones y derrames de material peligroso del Confinamiento de Residuos Peligrosos en el Ejido Noria de la Sabina, de General Cepeda.