Después de más de 13 años de que fuera vaciado y cerrado el penal Ignacio Allende de Veracruz, este martes se oficializó la entrega del edificio a la Universidad Veracruzana.
El inmueble ubicado en la avenida Ignacio Allende en el centro de la ciudad de Veracruz, funcionó como reclusorio y albergó juzgados y delegación de la entonces Procuraduría de Justicia del Estado.
Al iniciar el 2010, el entonces gobernador, Fidel Herrera Beltrán, ordenó el cierre del penal y el mismo fue vaciado, supuestamente para evitar una masacre planeada por un grupo delictivo en el lugar.
El inmueble fue entregado por el gobierno estatal al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para que lo rehabilitara y lo utilizara como museo y oficinas.
De allí pasó a manos del ayuntamiento de Veracruz, y ahora la alcaldesa Patricia Lobeira lo cedió a la Universidad Veracruzana para que lo utilicen como Facultad o Centro Cultural para las Artes que actualmente opera en la avenida Zaragoza y Arista, en pleno centro histórico de la ciudad.
Para rehabilitar el lugar y que opere como la Universidad quiere, se necesitan invertir al menos 300 millones de pesos.
Este monto equivale al 20 por ciento del total del presupuesto anual que recibe la casa de estudios, por lo que el plan de inversión y rehabilitación no es a corto plazo.
VJHM