Hace 54 años, el 19 de noviembre de 1969, aproximadamente a la 1:00 de la madrugada, una fuerte detonación y la explosión de un tanque que almacenaba ácido fluorhídrico cimbraron a Ciudad Madero y el cielo se iluminó de rojo.
La refinería Francisco I. Madero vivió la peor tragedia en su historia, un suceso que enlutó a decenas de familias en la zona sur de Tamaulipas, al registrarse una fuerte explosión de la planta que procesaba ácido, identificada como la M-U.
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El problema se originó al producirse una fuga en una tubería que conducía a esos tanques, expuso Joaquín Hernández Correa, ex alcalde de Ciudad Madero e hijo de “La Quina”.
Explicó que cuando ocurrió el accidente, era un niño que estaba por terminar la primaria y su padre, Joaquín Hernández Galicia, le platicó que esas plantas las habían parado para reparación y habían metido vapor a las tuberías de destilación para poder limpiar, era un proceso por etapas.
Sin embargo, la orden del director de Petróleos Mexicanos Jesús Reyes Heroles, fue que se echaran a andar de manera inmediata; hubo ingenieros que no quisieron arrancarla como les decían y mandaron a un transitorio, quien inició el proceso.
Por la madrugada de ese día, ingresó un fuerte norte con rachas de 120 kilómetros por hora, que ocasionó el estallido en unas líneas de combustión que estaban ubicadas desde donde empezaba la barda de Pemex. Había un canal ya contaminado con producto, y llegaba hasta esos tanques a la altura de los terrenos del 7 y Medio, donde desde fecha reciente se ubican instalaciones de Informática.
De inmediato se incendió ese canal y el fuego llegó hasta los tanques, lo que generó una fuerte explosión que alcanzó los depósitos de almacenamiento que se comenzaron a desgajar y las llamas
iluminaban la ciudad. Fue una explosión enorme donde murió el transitorio junto con toda la guardia.
"Recuerdo que mi padre estaba llorando en la puerta de mi casa, por el fuerte incendio que se estaba registrando, tenía miedo de que llegara a la planta catalítica y eso sí hubiera sido desastroso, todo eso sucedió en horas de la madrugada.
"Cuando pudieron acercarse al lugar se percataron de que se trataba de los tanques, entonces comenzaron a solicitar los camiones y traxcavos, tuvieron que rodear con arena y con todo lo necesario para evitar que se desgajaran y que el producto se regara".
Hubo un tanque que antes de que terminaran de ponerle el rodete de arena explotó y se desgajó, dejando decenas de muertos.
Se dijo que se perdieron muchas vidas, pero no hubo un reporte oficial del número de víctimas.
Al sitio de la tragedia llegó el apoyo de cuerpos de seguridad de otros municipios como Naranjos y Poza Rica, en el norte de Veracruz y Reynosa, así como de Matamoros y Río Bravo, de la frontera de Tamaulipas.
"Fue un momento de mucha angustia y temor de vecinos aledaños, porque existía riesgo por su vida. Con el tiempo lograron controlar el incendio y después vino el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, acompañado de técnicos de Petróleos Mexicanos".
"Los trabajadores de la Refinería Francisco I. Madero están obligados a llevar ropa adecuada para realizar su trabajo, casco, calzado industrial, goggles, pero mientras la empresa no haga lo conducente para las reparaciones preventivas y correctivas, de nada sirve que se utilice equipo de protección", advierte.
EAS