Tras 4 años de obstáculos, primera pareja gay que se casó en BC adopta a un niño

Fernando Urías y Víctor Aguirre recibieron trabas desde las instituciones públicas para poder adoptar al que sería su primer hijo, pues de 12 sesiones psicológicas que estipula el proceso, ellos tuvieron 36; estuvieron cerca de desistir.

En 2015 se convirtieron en la primera pareja LGBT en casarse en Baja California. (César García)
César García
Mexicali, Baja California /

Hace más de dos semanas, Santiago, un pequeño de cuatro años de edad, llegó a casa de sus padres adoptivos, Fernando Urías y Víctor Aguirre, que hace seis años fueron el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en Baja California.

Y aunque la familia ahora está completa, la lucha por la que tuvieron que pasar estos papás fue larga, ya que desde 2017 iniciaron el proceso de adopción, cuando regularmente el trámite se completa en sólo nueve meses.

Foto: César García

“Pasaron más de 9 meses. El asunto es que nos tenían atorados en las pláticas psicológicas, pues de las 12 que normalmente se le hacen a un pareja 'normal', a nosotros nos hicieron hacer 36 terapias, por lo que desde ahí empezó a prolongarse el proceso […] al final, sabíamos que no había voluntad por parte del gobierno de querernos asignar a nuestro hijo, y de ser un proceso de 9 meses, pasó a ser de cuatro años”, expresó Víctor, padre de Santiago.

Fernando y Víctor platicaron a MILENIO cómo fue que a pesar de todo, nunca perdieron la esperanza de convertirse en padres y el apoyo emocional que recibieron por parte de familiares y amigos no dejó que su sueño se viniera abajo, aunque en ocasiones pensaban “tirar la toalla” y no seguir con el proceso.

“Le buscaban, y le buscaban, y le buscaban. Aprobamos los exámenes y nos lo volvían hacer y volvíamos aguantar y entonces esto se volvió muy desgastante, por momentos soltábamos la toalla, porque ya era demasiado tiempo. Los familiares nos apoyaron desde un principio, por lo que nunca dejaban de preguntarnos cuándo iba a llegar nuestro hijo o hija a nuestra casa, por lo que con tristeza y un nudo en la garganta, les contestábamos que no sabíamos; que no sabíamos si nuestro sueño se iba hacer realidad”, sollozó Fernando.

Desde que iniciaron con el proceso de adopción, Fernando y Víctor remodelaron su casa, habilitaron un cuarto exclusivo para que cuando llegara su hijo pudiera tener todas las comodidades posibles. Pero en el transcurso del proceso largo y silencioso, ese cuarto se fue empolvando, con las persianas cerradas y la luz apagada, pues el niño aún no llegaba a casa.

“Diario lo limpiaba, o le cambiaba las sábanas para que no las tuviera sucias cuando llegara. Que lo primero que viera fueran sus juguetes y su ropa limpia; una cama para él solito con unas colchas de caricaturas, no lo sé, Santiago era un pequeño tan esperado que se tenía que merecer todo cuando llegara a casa, pero mientras pasaba el tiempo, y que él no llegaba, me deprimía, y dejé de limpiar su cuarto para no recordar que este proceso ya era muy largo”, mencionó Aguirre.

Estaban en un grupo de más de 10 parejas, que al igual que ellos buscaban adoptar. Y durante esos nueve meses, la mayoría consiguió la asignación de un pequeño.

“Estábamos en un grupo de Whats, por lo que muchos de ellos subían la foto de los niños que iban asignándoles; nosotros muy positivos y contentos por ellos, porque ellos también se merecían esa alegría, pero llegó la penúltima pareja, antes de nosotros, nos enteramos que también les habían asignado a su pequeño, pero estos ya no lo presumieron por mensaje, creo que lo hicieron para que no nos sintiéramos tristes”, mencionaron.

Con todo esto, la pareja interpuso un amparo por irregularidades y omisión ante el DIF estatal; su abogado José Luis Márquez explicó que debido a la demora, la pareja acudió a él para exigir la resolución de su caso, porque desde 2019 la agencia estatal a cargo de las adopciones había notificado a un juez que el expediente ya había sido integrado y ahí se detallaba que Urías y Aguirre habían cumplido con los requisitos y que eran considerados viables para que se les asignara un menor.

“A nuestro hijo nos lo asignaron, pero nunca nos lo dijeron, no, nos lo comunicaron y quedó atorado dos años. Eso para nosotros generó una molestia, una molestia al saber que tu hijo desde hace dos años prácticamente te lo liberaron, en este caso la directora Blanca Favela no lo asignó, eso nos causó tristeza y molestia, pero bueno, los tiempos de Dios, son perfectos.
“Me da mucho coraje porque no nos dañaron a nosotros, si no que fue un daño a mi hijo, y a todos los niños que están ahí, porque imagínate que estés encerrado a la espera de una familia y que por los prejuicios de una persona aún ya teniendo la orden de salir, tengas que aventarte dos años todavía dentro del albergue, no más por los prejuicios de ella, es injusto”, recalcaron ambos.

Foto: César García

Fue hasta el 30 de marzo de este año que el amparo favoreció a la pareja, por lo que ahora el niño se encuentra con su nueva familia.

Nuestra luz de vida

Fernando y Víctor no esperaban la llamada telefónica por parte del DIF en la que les notificaban que tenían que a ir de verificar una documentación para finalizar el trámite de adopción y nunca se imaginaron que ese día se cumpliría su sueño... conocer a su hijo Santiago.

"Todavía me acuerdo que tenía meses sin limpiar su cuarto, pues como te digo, no entrábamos porque eran choques sentimentales muy fuertes, por lo que un día antes de recibir esa llamada, no lo sé, llámenle coincidencia o alguna otra cosa, decidí entrar al cuarto de mi hijo a limpiarlo, esto sin saber que lo iba a conocer, todavía Fernando me dice, 'eres brujo, ¿lo predijiste, verdad?'", mencionó Víctor.

Llegó el día, ambos, acompañados de su abogado llegaron al DIF, para “verificar los últimos trámites”. En la última etapa, la actual directora del lugar les preguntó si querían conocer al niño, dijeron que sí y cuando lo vieron sus rostros cambiaron.

“No íbamos emocionalmente preparados para conocerlo ese día, yo iba tranquilo. En ese momento dijimos que lo queríamos conocer sólo con verlo en fotografía y cuando abren la puerta entra la cosita hermosa y que se deja ir sobre mí y me abraza y ya no se me despegó y lo cargué y me abrazó de pies y manos, como de que no me sueltes nunca más, fue el momento mágico de mi vida”.

Ese día salieron al parque, comieron y se dirigieron a casa. Santiago, desde el día que los conoció, los llamó papás.

“Llegó a esta casa Santiago como si la conociera, como si nos conociera de años, él necesitaba amor, y aquí estamos. Ya tenía su recámara desde hace mucho tiempo, lista, esperándolo. Él se ha adaptado perfectamente a las actividades del día, ahorita ya le voy a empezar a buscar sus clases de natación, él va a tener su agenda llena igual que sus papás, ocupada todo el día”, expresó su padre Fernando.

Ahora que Santiago vive con ellos, su sonrisa está todo el tiempo, de oreja a oreja, porque sabe que sus papás le darán todo el amor que merecía. Y más, porque sus abuelitas ya lo quieren conocer para consentirlo. Aunque no todo ha sido tranquilidad.

“He escuchado que grupos provida quieren realizar algo para que nos quiten a nuestro hijo, pero no va ser así, ya el estado lo decretó. Así como ellos utilizan el hashtag: con mis hijos no te metas, pues señores, les respondo igual, ¡con mi hijo no te metas!", advirtió Fernando.

Esta pareja buscará en un futuro adoptar a un hermanito para Santiago, y lo que planean para su futuro es que sea un defensor de los derechos de los niños.

“Quiero verlo crecer, graduarse y si Dios me lo permite, hasta verlo casarse. Te amamos hijo, estamos y estaremos orgullosos de lo que serás cuando seas grande, porque sé que nos defenderás y procurarás los derechos de niñas y niños que viven en desamparo en albergues”, finalizaron.

DMZ

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