Cada año previo al 12 de diciembre, fieles a la Virgen de Guadalupe llenan las calles del centro de Torreón, ya sea para peregrinar, para cumplir una manda o agradecer los favores recibidos, también hay quienes visitan la avenida Juárez para ser espectadorde lo que se conoce como las danzas.
La danza Azteca, la Matlachin o la de Pluma, se llevan el espectáculo y la devoción de los espectadores, quienes más de uno se lleva una silla para presenciar las peregrinaciones del día.
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Técnico por oficio, danzante por devoción
Técnico automotriz por oficio y danzante por devoción, Jonathan de 33 años, ha dedicado su vida a danzar en honor a la Virgen de Guadalupe desde los 13 años, en ocasiones participa como tamborero, siendo un emprendedor de la fe.
Ahora ha unido a su familia a esta actividad, en la que su esposa e hijos participan año con año en las peregrinaciones.
“Iniciamos esta actividad más que nada por amor, al arte que es una devoción, es algo que nos guía nuestro Padre Dios, nuestros santos y ahora la Virgen”.
Una tradición familiar
Danzantes de corazón, la familia Macías han llevado su devoción a las calles de Torreón, Jonathan en ocasiones es el encargado del tambor, otras es el que dirige la danza quien junto con su esposa e hijos han hecho de las danzas su pasión.
Su esposa de igual manera se dedica al “negocio” de las danzas pues es la encargada de decorar las naguillas.
“Todo lo que se recauda de lo que viene siendo contrataciones por peregrinaciones es para invertir en nuestros propios vestuarios, naguillas, guajes, arcos, penachos. Tenemos un grupo de danza y todo es para el propio grupo. Tenemos nuestras ocupaciones soy técnico automotriz, mi esposa trabaja en una farmacia, esto lo hacemos por devoción”.
Año con año, se llevan a cabo diferentes actividades patronales, siendo las más fuertes la Virgen de Guadalupe y la de San Judas Tadeo, la familia aprovecha estas fechas para conseguir los recursos e invertir en sus propios vestuarios que portarán, pues en ocasiones necesitan renovar su guajes, arques, naguillas, o los penachos, e incluso en las necesidades del grupo de danza.
“Una parte se va para el tamborero, pues como quien dice es el músico de la danza, a él se le retribuye, se le paga una parte y la demás cantidad de dinero viene siendo ya meramente para el grupo de danza”.
¿Cuánto cuesta un traje de danzante?
El vestuario es importante y característico para el danzante, dependiendo el tipo de danza hay diferencias, por ejemplo para la danza Matlachin es característico el penacho, la naguilla y el guaje, lo cual el conjunto podría alcanzar hasta los 3 mil pesos.
“Una naguilla completa así estamos hablando de unos 800 a mil pesos más o menos, del penacho 2 mil 500 pesos, un arco como en 250 pesos e igual el guaje en 250 pesos, más la pintura dependiendo que tan artístico se desee porque si es una dedicación pintarlo, y acorde al gusto o los colores de la danza”.
Jonathan menciona que para tener lista una naguilla se tardan aproximadamente de 2 a 3 días.
aarp