Familiares del médico veterinario Rafael Paredes Espinosa, de 68 años, se manifestaron en el municipio de Arriaga, Chiapas, para acusar que el especialista fue detenido arbitrariamente acusado del robo de ganado de un rancho en el que trabajaba.
La autoridad ministerial abrió la carpeta de investigación C.I. 001-097-2105-2021, donde se signa que el presunto robo de ganado fue el día 20 de febrero de este año. Sin embargo, familiares de Paredes señalaron que trabajó en un rancho por más de 30 años con una familia que se dedica a la ganadería, pero que al morir el propietario, sus hijos decidieron despedir, sin justificación, al médico sin respetar sus derechos laborales, como su antigüedad y su liquidación.
Añadieron que los trabajadores fueron amenazados tras exigir sus derechos y que derivado de este problema, Paredes Espinosa fue detenido acusado del robo de dos semovientes del rancho.
Los familiares indican que tienen pruebas de que dicho ganado ya había sido vendido meses anteriores y el rancho donde se señalan qué sucedieron los hechos de igual forma ya había sido vendido a la fecha que presuntamente se cometieron los hechos.
“Tenemos todas las pruebas fehacientes que ponen a mi esposo como una persona inocente. Hace más de 50 días que él está detenido por un delito que no cometió; este delito le fue fabricado con falsos señalamientos y testigos”, afirmó la esposa del médico, Mercedes Montesinos de Paredes.
En tanto, Isaías González y José Martín González, testigos del incidente, declararon haber estado con el médico veterinario Paredes en otro rancho el día y la hora que le señalan en la carpeta de investigación, desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, por lo que dicho robo no pudo perpetrarlo.
El médico fue detenido el pasado 18 de mayo en las afueras de su domicilio sin oponer resistencia, pensando incluso se trataba de un malentendido. Sus familiares acusan que existe influyentísimo de la parte acusadora con funcionarios públicos dependientes de la Fiscalía General del Estado de Chiapas. El imputado lleva 50 días de esperar que se aclare esta situación.
Sus familiares se muestran preocupados porque el imputado se encuentra enfermo y posiblemente pudiera agravarse de continuar ahí, por lo que exigen al gobierno estatal y federal, la atención oportuna de este caso que afirman, está encarcelado por un delito que jamás cometió.
RLO