En Tlahuelilpan, recuerdan con misa a víctimas de explosión en ducto de Pemex en 2019

"Cuando explotó el ducto era cumpleaños de mi hijo y lo enterré el día del mío", expresó familiar de víctima en Tlahuelilpan donde aún sufren la ausencia de sus seres queridos.

Familiares y amigos recuerdan a las víctimas de Tlahuelilpan, Hidalgo. (Especial)
Alejandra Zárate
Tlahuelilpan, Hidalgo /

La tragedia ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, que dejó un saldo oficial de 137 muertos tras la explosión de un ducto de Pemex, aún enluta a decenas de familias, quienes a cuatro años del suceso llevaron a cabo una ceremonia religiosa en memoria de las víctimas.

Luego del incidente considerado uno de los más catastróficos para la entidad, los habitantes transformaron la llamada zona cero en un memorial para las víctimas, cuyos familiares acudieron desde un día antes para limpiar las cruces y capillas que construyeron con los pocos recursos que les quedaron tras el gasto en atención médica y servicios funerarios.

Nadie olvida aquel 18 de enero de 2019, cuando el estruendo, las llamas, los gritos y las sirenas de ambulancia marcaron su vida para siempre, ese día Saúl Pedraza cumplía años, su padre, Primitivo, se había olvidado de la fecha.

"Es tu cumpleaños, hijo, y no te hicimos nada, pero en cualquier ratito hacemos algo, total vida hay mucha", recuerda que le dijo.

Saúl Pedraza era ingeniero y tenía tres hijos menores de edad, llegó a la zona de la explosión pensando que uno de ellos estaba allí, al saber que el menor de entonces 15 años había salido ileso, Saúl decidió quedarse para ayudar a sacar a los sobrevivientes.

"Los llevaba a las milpas para apagarles el fuego, venía corriendo a traer otros heridos, se resbaló, se cayó y se prendió".

Fue trasladado a urgencias con quemaduras graves y a los tres días falleció, Primitivo cuenta que en su lecho de muerte le pidió perdón por lo malo que le hubiese hecho.

"El doctor me dijo que le hablara porque él sí podía escucharme… le dije muchas cosas, que si le cuento se me hace un nudo en la garganta".
"Fíjese, cumplió 39 años el día del accidente, y yo cumplo años el 22 de enero, ese día enterré a mi hijo", refirió a MILENIO con tristeza.

Como cada año, el señor acudió a la misa religiosa que se lleva a cabo entre milpas de alfalfa, donde un camino de veladoras da cuenta de que en ese lugar sucedió una tragedia.

Decenas de familiares y amigos de las víctimas les recordaron con fotografías, flores y música de banda a todo volumen.

MbG

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