Medio centenar de personas, indignadas ante la disposición de mantener cerrado el cementerio Jardines del Carmen, decidieron romper el candado e internarse para visitar a sus difuntos.
Esta acción paradójicamente retuvo a quienes entraron con sus vehículos, pues para impedir el acceso de peatones policías preventivos cerraron el portón manteniéndolos por más de una hora en el interior.
“Entramos nosotros en la mañana porque estaba cerrado y apenas ahorita salimos, nos dejaron salir pero para entrar tumbamos la cadena. Era bien poquita gente, como unas veinte. Yo no rompí el candado, fue un señor, y alcanzamos a poner las flores en la tumba de mi papá porque ya tiene como unos veinte años aquí”, dijo Altagracia Álvarez Soto, vecina de la Braulio Fernández.
Álvarez Soto pudo constatar que el cementerio se mantiene limpio y consideró la medida precautoria contradictoria, pues en las fechas donde las familias se reúnen en el camposanto se cierra la puerta aunque la empresa continúa enterrando cuerpos en él.
“Él está hasta lo mero último. Sí está bonito. También una señora que ya salió dijo en la tele que está bonito. Los que entramos éramos unos veinte pero a ellos no los dejan salir porque se metieron con sus carros y si ahora se salen con los carros, pues todo mundo se mete”
“Vengo a visitar a mi mamá y a mis muertitos, a mis abuelos. Me quedé encerrada porque están esperando que se vaya la gente para abrirnos a nosotros y podernos salir. Tenemos más de una hora acá”, refirió una lagunera que no quiso proporcionar su nombre.
Esta medida ha indignado a los usuarios, pues se movilizan de sitios lejanos para ver que les cierran la puerta sin ofrecer solución a un problema que existe desde hace siete años.
Raúl Luna Torres, habitante de la Nueva California, dijo que sus papás tienen décadas en el panteón y le incomoda que le cierren la puerta porque el lote donde se ubican no reporta fisuras, hundimientos o inundaciones.
“El agua perjudicó una parte y acá las tumbas que están a mano derecha están bien, no sé por qué no dejan entrar a toda la gente, mucha gente no supo porque no avisaron con tiempo. Hacen gastos de pasaje y no está bien porque la funeraria debería haber avisado con tiempo, a mí me extrañó ver poca gente, a lo mejor algunos supieron pero es puro gastar pasajes”.
Con más de 16 mil fosas para este 2 de noviembre se vaticina una disputa ciudadana, pues las personas se movilizan con la intención de colocar una flor en la tumba de sus seres queridos.
Crescencio Medina se movilizó desde Texas, y aunque pudo visitar las tumbas de sus hermanos, este viernes intentará visitar a su papá.
“Nomás vine y mañana me voy, yo ya vi a mis otros hermanos, mañana veo a mi papá y nomás… están de aquel lado mi cuñada y mi hermano, están juntos. En otros años nos brincábamos para verlos. Pepe falleció hace bastante tiempo y aquí está otro que era como mi hermano”, concluyó.