Habitantes de la comunidad indígena de San Dionisio del Mar, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, solicitan a la empresa responsable de la antena que colapsó el domingo debido a las ráfagas de viento del frente frío 31, que acelere la reparación o reemplazo.
Desde ese día, más de siete mil residentes se han quedado sin servicio de telefonía e internet.
Sonia Luis Gallegos, alcaldesa de esta comunidad Ikots, indicó a MILENIO que el desplome de la torre afecta a toda la población, especialmente a comerciantes y estudiantes de nivel básico, quienes se ven obligados a desplazarse a otras comunidades.
“Ha sido afectada también la comunidad, también a los comerciantes que traen sus productos y se comunican para traer todo lo que es el sustento del alimento acá y más nos afecta los estudiantes que tenemos acá”, declaró.
De acuerdo con las autoridades, el personal ya ha comenzado a desmontar la antena para iniciar el proceso de reemplazo, el cual tomará dos meses para completarse. Esto privará a los habitantes de estas comunidades del servicio de telefonía celular, lo cual sin duda generará dificultades.
“Desafortunadamente nos dicen como dos meses, imagínese quedarse como dos meses sin comunicación, pues es mucho”.
Por otro lado, Jorge Gallegos, residente del lugar, explicó a MILENIO el susto que se llevaron al menos seis familias que residen a menos de 30 metros de la antena, quienes no sufrieron daños, pero estuvieron a pocos metros de sufrirlos en sus viviendas.
“Pos nos llevamos la sorpresa, nunca pensamos que se iba a caer, me lleve un buen susto, todos los vecinos se asustaron, salimos a ver, salimos casi huyendo, la gente nos vino a ver a nosotros, yo tengo un pequeño negocio de agua purificada, pido mi agua, pero ahorita me está dando trabajo, tengo que comprar una ficha para que yo pueda hacerlo”.
MO