Tras cuatro días de que fueran emboscados el jefe de la Unidad Técnica de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y su escolta en el Valle de Mexicali, autoridades locales desarmaron a los 156 policías municipales asignados a la vigilancia en esa zona por no brindarles apoyo tras la agresión.
El mando y su escolta, quienes recibieron al menos 900 disparos la tarde del 4 de septiembre, salieron heridos y aunque continúan hospitalizados, se reportan fuera de peligro.
Esa tarde los municipales no respondieron al llamado de auxilio, lo que obligó a la intervención de policías estatales, quienes finalmente llevaron a los heridos a un hospital.
¿Por qué les quitaron sus armas?
El retiro de armas se dio en un operativo conjunto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California (SSC), la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“Es un trabajo de inteligencia que viene de ya tiempo atrás; no que se haya tomado una decisión de hígado. Obviamente son una serie de eventos que están marcando alertas”, refirió sobre el desarme Leopoldo Tizoc Aguilar, secretario de Seguridad en Baja California.
La vigilancia en esa zona quedó a cargo de la Policía Estatal, el Ejército y la Guardia Nacional, mientras los agentes son enviados al Centro de Evaluación y Confianza (C3) para ser sometidos a exámenes al respecto, de lo cual dependerá si continúan en sus cargos.
“Mientras ese proceso no termine, ya lo ha dicho el General, cuatro o cinco días máximos, se tomarán las acciones correspondientes”, declaró la alcaldesa de Mexicali, Norma Bustamante.
Zona del crimen organizado
El Valle de Mexicali es una zona en pugna por las facciones de Ismael El Mayo Zambada y Los Chapitos del cártel de Sinaloa, además de que en sus ejidos se esconden cuando huyen de San Luis Río Colorado, Sonora, municipio colindante con la capital de Baja California.
Por su parte, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, detalló que para tomar esa medida se analizó en las mesas de seguridad, incluso con el estado de Sonora por las acciones que mantienen para disminuir los índices delictivos del área.
Y adelantó que este mismo desarme podría darse en los municipios de Tecate y Ensenada, donde también hay problemas.
“No lo descartamos, las circunstancias son distintas en cada uno de los municipios, seguiremos en esta dinámica de trabajo, de pacificación para los bajacalifornianos”, sostuvo la mandataria.
MO