Unas imágenes que fueron difundidas en redes sociales, causaron la indignación de hombres y mujeres, al mostrar cómo un militante del Partido Revolucionario Intitucional (PRI) en Guanajuato posa con una mujer amarrada a un árbol.
El desconcierto y enojo en muchos otros se derivó luego de observar a quien también es secretario del Ayuntamiento en San Luis de la Paz: Jairo Álvarez Vaca, sosteniendo una botella de cerveza a la altura de la boca de la mujer.
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Si bien, este tipo de actos no representan un delito, el hecho ha causado no solo la indignación de la población por considerar que la fotografía 'cosifica' a las mujeres haciendo alusión a la 'sumisión', sino también porque la imagen promueve el consumo de bebidas alcohólicas en medio de la política pública que el estado de Guanajuato ha emprendido a través de la estrategia 'Planet Youth' de combate a las adicciones.
Cabe destacar que debido a que el actual alcalde de San Luis de la Paz, el Priista Luis Gerardo Sánchez se encuentra en su segundo periodo, este ya no puede reelegirse y es la aspiración del secretario de Ayuntamiento ser el candidato para las próximas elecciones de 2024.
Inclusive, el pasado 30 de septiembre fue nombrado como uno de los 150 consejeros estatales del Comité Directivo Estatal del PRI. Hasta el momento el funcionario público no se ha pronunciado al respecto.
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¿Qué es la cosificación de la mujer?
Académicos señalan que la cosificación sexual sucede cuando una persona, generalmente un hombre, observa a otra, una mujer, no como un ser humano sino como una cosa. La receptora no puede huir de esta mirada ya que es omnipresente.
La cosificación se puede dar sin sexualización. Por ejemplo, algunos anuncios emplean los cuerpos de las mujeres como lienzos en los que mostrar marcas, logos y mensajes, y pese a que no hay una interacción física su género se reduce.
En suma, la cosificación sexual, es un proceso por el cual un ser sensible se reduce a una cosa o a un ser insignificante sin estatus social, que puede ser intercambiado, poseído, exhibido, usado y abusado con fines sexuales. Las mujeres van aceptándola a través de ritos que las transforman en posesión.