La cocina de la casa es el centro más peligroso para los niños y niñas en torno a las quemaduras, así lo dio a conocer la Fundación Michou y Mau para Niños Quemados, Delegación Tamaulipas, al destacar que tras la pandemia del covid, los casos van en aumento, se registran hasta ocho casos por mes.
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Antonio Hernández Gómez, director de la Fundación en el estado, acompañado de la Médico Pediatra, Nancy Rodríguez y la subdirectora, Sandra Garza Villarreal, dieron a conocer las cifras y las medidas preventivas para evitar que las estadísticas sigan creciendo.
Señalaron que los menores de cinco años por lo general se queman con líquidos, en diciembre la curiosidad de los niños son las conexiones eléctricas y de resistencia y niños y los adolescentes es más cohetes y es más quemadura eléctrica.
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Antonio Hernández señaló que el costo de un traslado de cualquier municipio a la capital de Tamaulipas es de entre 15 y 20 mil pesos y esto sale del redondeo que se hace en las tiendas de autoservicio, así podemos solventar gastos, incluso medicamentos que luego necesitan y que la gente ni cuenta con recursos”.
El lugar más peligroso para los niños es su propia casa, están propensos accidentes en vacaciones es cuando también se incrementa, por lo que las medidas preventivas son indispensables.
Desde el 2009 al 2024, se han atendido cerca de 600 niños y niñas, aquí dentro de la unidad hospitalizados, no contemplamos a los que vienen a la consulta.
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La subdirectora Fundación Michou y Mau, Sandra Garza Villarreal, dijo que se cuenta con el apoyo del gobierno del estado y la fundación, “Tenemos un avión para realizar el traslado, tenemos el apoyo de un avión ambulancia a Galveston, Texas, sin ningún costo, se realiza una visa humanitaria y se traslada, los segundos son clave para una mejor atención”.
Destacó que si un adulto se quema en la cocina es de la cintura para abajo, pero un niño se quema todo en la cocina por su tamaño.
También recomendó que, “si sufren quemaduras no les pongan nada, ningún tipo de crema, porque cuando llegan aquí, con nosotros, tenemos que limpiarlos y es más doloroso para ellos”.
Hizo un llamado a no colocar ollas en el piso, que ahí se han caído niños y niñas por descuido de los padres.
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La médico pediatra de la Fundación Michou y Mau, Nancy Rodríguez señaló que “Hay pacientes que los llevamos intubados, en lo que va del año se han realizado dos traslados a Galveston a Estados Unidos”.
“Uno de ellos, es del paciente, Rubén Eduardo, fue una quemadura en un ojo, no por fuego sino un evento adverso por un medicamento que consumió”, explicó.
Después de la quemadura tienen secuelas, les cuesta la rehabilitación, se quedan estáticos, no quieren moverse por eso requieren rehabilitación y tratamiento quirúrgico, “el equipo especial que luego se les pone, es para evitar que la parte que sufrió daño se ensanche o que quede con una secuelas que le genere problemas a futuro”.
VLSS