“En Coahuila la desaparición es el crimen perfecto”, decía el mensaje que tomaba en la mano izquierda de María Elena Salazar, mientras que en su derecha tenía el nombre de su hijo, Hugo Marcelino, desaparecido en julio del 2009 en Torreón.
Junto a ella marchaban cientos de personas con el mismo objetivo de pedir paz con justicia y libertad en la Marcha por la Paz desarrollada al sur de Torreón. Forma parte del colectivo de búsqueda Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUNDEC), el cual se unió al contingente que caminó desde la parroquia de Nuestra Señora de Fátima a la Plaza de la Mujer.
- Te recomendamos Diócesis de Torreón pide alto a la violencia y se une a Jornada Nacional por la Paz Estados
“Nosotros tenemos más de una década exigiendo justicia, visibilizando la desaparición de nuestros hijos y buscando una paz que no se nos ha dado. Ahora con lo de los sacerdotes asesinados en Chihuahua fue lo que hizo saber que seguimos en un estado de impunidad y corrupción, algo que no puede seguir pasando”, señaló la señora María Elena.
Por su parte, son 12 años de lucha y de búsqueda incansable de Itzel Teresa Mireles Rodríguez por encontrar a su esposo Héctor Armando Tapia, ingeniero civil desaparecido desde junio del 2010, luego de ser detenido por uniformados de la policía federal para no saber nada más de él.
“Gracias a Fundec hemos hecho muchas cosas. Participar en esta marcha es innombrable, porque tras 12 años no deberíamos estar viviendo lo que vivimos, los sacerdotes no debieron haber sido asesinados, es una muestra de que la sociedad no ha mejorado, sobre todo el gobierno, que tiene responsabilidad y no debería permitir más impunidad ni corrupción”.
Compartió que se unieron a la Marcha por la Paz, que se ha replicado en diferentes partes del país, “porque creemos que no debe haber un asesinato más ni un desaparecido más. Debemos hacer entender a esas personas que no se vale que se lleven la vida de inocentes”, añadió.
CALE